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“Animal sagrado”: Carta de amor a Querétaro filmada por Gladys González

ENTREVISTA: JOSUÉ MÉNDEZ RUIZ/LALUPA.MX

La joven cineasta queretana Gladys González terminó su segundo largometraje y primera película de ficción, titulada Animal sagrado, proyecto armado a partir de un episodio en la vida de la protagonista del filme, Verónica Carranco, actriz-directora teatral y a la vez fuente de inspiración para la historia.

En Animal sagrado, Verónica interpreta acontecimientos ficcionados alrededor de los últimos días de su madre. Como escenario, pero también como personaje principal, las noches oníricas de Santiago de Querétaro acompañan su duelo y su transformación en una nueva mujer.

Por la etapa promocional de la película, LALUPA.MX platicó con Gladys González sobre el filme y las motivaciones para construir alrededor de Verónica un muestrario de Querétaro.

“Cuando desarrollamos la historia dijimos ‘necesitamos que nuestros gobernantes vean el potencial que tiene el hacer cine en la ciudad’. Entonces, lo que hicimos fue desarrollar la historia de Vero, pero que tuviera también a Querétaro como personaje principal de la historia, y que la ciudad acompañara a Vero. Entonces, sí, es una carta de amor a Querétaro”, explica Gladys sobre la importancia de la urbe en su trabajo.

Asimismo, expresa cómo supo de Verónica Carranco y se convenció de que su siguiente proyecto sería con ella: “Yo a Vero la conocí por mi esposo, él la conocía y me enseñó un video de ella en el que estaba dando un discurso a sus estudiantes antes de salir a escena. Entonces, con ese discurso, yo dije ‘tengo que conocer a esta mujer’. Al final de ese discurso decía ‘las quiero poderosas’, porque era una obra de puras mujeres. Me quedé fascinada con ella. (…) Cuando me contó su historia de cómo le avisaron que su madre había fallecido y ella tuvo que salir a hacer reír a la gente, yo dije ‘esto se tiene que contar’”.

La narrativa de Animal sagrado avanza a partir del duelo, simbolizado en la obra que Verónica está montando, la cual toma fragmentos existenciales de El séptimo sello de Ingmar Bergman: “Vero pasa por todas las etapas del duelo, empezando con la negación, con la ira, con la tristeza y al final pasamos por la aceptación”.

El animal sagrado del título es el actor/la actriz, oficio que, como muchos del mundo del arte, es vilipendiado por su poco potencial lucrativo o el cuestionamiento a su importancia social. Es además el origen de la riña entre una Verónica adolescente y su madre, quien no comprende el afán de la joven por estudiar actuación.

“Cuando estás rodeado de actores hay una vibra energética muy interesante. Cuando tú te paras en un ensayo de actores, particularmente de teatro, pero también los de cine, tienen esta vibra que te atrae, que te inspira. Para mí era muy importante esa vibra, siento que es parte importante de la película”, comparte Gladys.

Elenco y crew de Animal sagrado.

Otro aspecto que resalta la directora y que se relaciona con su forma de hacer cine son los objetos y lo que cuentan: “Aquí hay muchos relojes, muchas manos, hay muchos diálogos que hace referencia a otros momentos de la película, hay muchos símbolos que hacen referencia a otros momentos de la película. (…) La retórica del montaje, el símbolo de poner un reloj y después poner una mirada”.

El involucramiento de la cineasta es muy íntimo, pues a pesar de guiarse por la vida de otra persona se ve reflejada en los acontecimientos y emociones de la historia: “Está inspirada en Vero, pero hay mucho de mí y mi experiencia con mi madre y la experiencia de mi madre con su madre, y de la experiencia de mi esposo con su madre, porque la escribimos juntos. Entonces, pues sí, hay muchísimo de nosotros ahí”.

La convicción por el quehacer cinematográfico puede notarse en la calidad del sonido, el cual está muy presente en la película y tiene una claridad y complejidad pocas veces experimentada en el cine nacional: “Yo no quise sacarla (Animal sagrado) hasta no tener el dinero para poder pagar un diseño sonoro que a mí me convenciera. Tengo un amigo, muy querido amigo, que se llama José de la Parra, que es el que hizo la música, pero él también orquestó el diseño sonoro con su amigo, tienen en conjunto un estudio de diseño sonoro y trabajan para Netflix. Entonces, son gente que sabe. (…) Trabajé con ellos para que la parte narrativa de la imagen también se prestara al equilibrio con la parte audiovisual. (…) Para mí el 50 % del cine es el sonido”.

Gladys enfatiza que Querétaro tiene una diversidad de escenarios envidiable y en el territorio del estado se pueden filmar todos los géneros cinematográficos, si se explora concienzudamente su peculiar geografía: “Querétaro tiene locaciones súper bonitas, y podemos hacer terror, podemos hacer ciencia ficción, podemos hacer drama, podemos hacer documental. (…) En Querétaro tenemos bosques, tenemos lagos, una laguna en la que podemos hacer este tipo de narrativas, no tenemos que irnos a la playa. (…) Lo único que nos falta es la nieve, pero si te vas a Pinal en diciembre a lo mejor encuentras algo de nieve”.

Finalmente, la joven cineasta considera que su película es atractiva para el público nacional por una temática a la que es afín y muy sensible: “Lo más llamativo es el amor a la madre, porque, aunque yo todavía tengo a mi madre, yo sé que me voy a convertir en un ser humano completamente distinto el día que ella no esté en este planeta. Para el mercado internacional, es el folclor mexicano; si te fijas, tomamos prestado como inspiración a las danzantes amealcenses para crear a La Muerte, pedimos prestada la música de banda para hacer la procesión, el velorio de la abuela, las canciones.”.

Animal sagrado se presentará próximamente en festivales de cine como representante del arte queretano y promoción de la filmación en las singulares y diversas tierras del estado.

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Last modified: 4 septiembre, 2024
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