En los pasados días, una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), reveló otro caso similar a los llamados Panama Papers, titulado Pandora Papers. Esta filtración de casi 12 millones de documentos ha puesto en jaque tanto a políticos actuales como antiguos, además de artistas y empresarios. ¿Cómo se puede interpretar esta nueva filtración en cuestiones de seguridad y democracia?
La investigación titulada “Papeles de Pandora”, en la que han participado varios medios como The Guardian, El País, The Washington Post, etc., ha revelado documentos confidenciales de despachos de abogados especializados en crear sociedades “fantasma”, particularmente en paraísos fiscales como las Bahamas, Panamá y las Islas Vírgenes Británicas. Resulta un muy interesante e imponente esfuerzo, realizado en un periodo de casi dos años, el que centenas de periodistas en este proyecto nos han mostrado.
Esta investigación ha marcado un nuevo hito en el periodismo de investigación, evidenciando al globo varias prácticas desleales a las que políticos, empresarios, jefes de Estado, artistas consagrados, etc., han recurrido para evadir impuestos y mover sus riquezas, en muchos casos, sospechosas. Proyectos colaborativos de esta naturaleza son los que desentrañan la realidad que conocemos para identificar los secretos construidos de miles de personas, pero más importantemente, de nuestros representantes pasados y presentes.
Miles de personas se han encontrado en los Papeles de Pandora, muchos más que los registrados en los Papeles de Panamá, investigación publicada hace cinco años que evidenció la labor de la empresa centroamericana Mossack Fonseca en la creación de sociedades fantasma, entre otras actividades. Si bien gran parte de los registros recopilados por la nueva investigación del ICIJ señalan que los clientes generaron sociedades en paraísos fiscales, lo cual es legal dependiendo de qué país se está hablando, fallaron en reportar las aperturas a los gobiernos de sus países de residencia, eliminando sus contribuciones fiscales.
Lo anterior representa un problema para la democracia, puesto que más allá de los artistas y empresarios que aparecen en la lista de la investigación, quienes tienen un impacto mayor en este escándalo son los actuales y pasados representantes de gobiernos alrededor del mundo. Debieron atender la ley de sus respectivos países, pero lo evitaron y con ello no sólo provocaron y permitieron, junto a otros individuos, una fuga significativa de impuestos para sus gobiernos, limitando un recurso indispensable para llevar a cabo sus operaciones para el bienestar de la sociedad; sino que violaron el Estado de derecho.
Por una parte, no reportar este dinero ni sus flujos permite que el recurso sea “invisible”, dotándolo de la posibilidad de emplearse para lo que se decida, como financiar candidatos, o campañas de temas controversiales, o contra activistas u opositores a gobiernos, además de abrir la posibilidad para que se utilice en lavado de dinero y apoyo al crimen organizado, como el narcotráfico, el terrorismo, el contrabando de armas y personas, entre otras actividades ilícitas. Esto representa un problema para la seguridad internacional, puesto que alimentar los agentes delictivos en paralelo socava los mecanismos formales e informales existentes de gobernanza global en materia de seguridad, como tratados, acuerdos y normas.
No obstante, por otra parte, los Papeles de Pandora es una investigación que representa un triunfo para los agentes de los regímenes democráticos. El periodismo y la prensa son pilares fundamentales en sociedades y gobiernos democráticos, puesto que permiten vigilar de cerca a los representantes de la sociedad y, ante su negligencia o ineptitud (dependiendo el caso), exigirles transparencia y rendición de cuentas. No fueron los aparatos de inteligencia, hacienda o tesoro quienes hoy en día nos muestran los secretos y las acciones ilegales de empresarios, políticos, jefes de Estado, etc., sino los periodistas y la prensa. ¿Hay todavía alguna duda de que debemos protegerlos y darles el lugar que se merecen en vez de atacarlos y considerarlos “golpistas”?
