—¡Abuelito! ¿Óra si me vas a contar de CabaréTito? Siempre lo mencionas con mucha emoción.
—¿Y cómo no hacerlo, hijo? Si no fuera por ellos, la inclusión en los antros no existiría. Fueron los primeros en México en permitir que entraran a sus espacios mujeres lesbianas y chicas trans, cosa que en otros antos no permitían porque “incomodaban a la clientela”. Además era el único lugar donde dejaban entrar a jóvenes que pedían ¡1 cerveza con 5 popotes! No cobraban la entrada. ¡Y sus coreografías eran imitadas hasta en el “Opera House” de Sydney, Australia!
—¡Órale! ¡Que chido!
—Sin ese apoyo real y comprometido con la comunidad adolescente y juvenil LGBT, jamás hubiese existido CAIPAJ.
—¿Qué es eso?
—Era el Centro de Atención Integral para Adolescentes y Jóvenes LGBT de México. Un espacio donde se brindaba atención a menores de 21 años, a sus mamás y a todas las personas en su entorno que requirieran de apoyo y orientación psicológica. También daban Talleres de prevención de VIH, uso correcto del condón, Derechos Humanos, Cartilla de los Derechos Juveniles, y un montón de temas.
—Qué interesante.
—La cafetería estaba forrada de espejos de piso a techo y había una rockola con discos de 45 RPM, donde se ponían a bailar. Además un enorme salón servía de galería. Jueves y sábados había tardeadas. Fue el primer lugar de México donde se prohibió fumar. Era un proyecto muy adelantado a su época que CabaréTito financió durante 13 años.
—¡Muy bien!
—El maestro Tito Vasconcelos y su esposo, David Rangel, son los dueños y depositaron toda su confianza y dinero en “Teatro & SIDA”, quienes emprendieron otros maravillosos proyectos, entre ellos Radio Rockola, que fue la primera radiodifusora por Internet que transmitía una programación muy diversa, compuesta por diferentes OSCs, feministas, universitarios de la UNAM, promotores de la sexualidad como MEXFAM, pero principalmente transmitían programas informativos sobre el panorama LGBT de México y el mundo, desde otra perspectiva.
—¿Otra?
—Ellos decían que la vida LGBT también tenía un lado serio, que era como el lado oscuro de la luna, un lado comprometido con la sociedad en general y con la comunidad en particular, y que había temas que se debían tratar desde una óptica formal, como el VIH/Sida, el matrimonio igualitario, la obtención de los Derechos Constitucionales de salud para todas las personas que formábamos parte de la Comunidad LGBT, etc. Toda la programación era variada cargada de alegría y música. Todo eso fue de 2002 a 2009.
—Me hubiera gustado escuchar alguno de sus programas.
—Desde CAIPAJ hicieron un montón de cosas más, entre ellas la organización de seis Marchas Juveniles Gays, sobre Insurgentes hasta la Glorieta del Metro y ahí hacían su mitin. Participaban menores de edad acompañados de sus mamás, abuelitas, maestros y amigos heterosexuales. Para demostrar a los grupos de ultraderecha que las y los menores de 18 años si tienen derecho a recibir información veraz y oportuna sobre VIH, Sida, ITS y prevención de abusos sexuales, llevaron a cabo un montón de campañas de prevención e información sobre VIH y Sida, ¡hasta publicaron dos cómics! Por ahí los tengo. Además, apoyaron a Teatro & SIDA, a publicar como 10 libros con esos temas.
— ¿Tienes alguno? ¡Para leerlo!
—Si, déjame los busco y te los presto. ¡Hasta una película hicieron! Cuando aparezca por ahí la copia, la vemos juntos. Y fue justo desde ese proyecto entre CabaréTito, CAIPAJ y Teatro & SIDA que se realizó durante seis años consecutivos lo que llamaron “Noviembre, Mes gay mexicano”.
—¡Ah! Es por eso que tú ya sabías de todos esos eventos que ocurren durante este mes.
— ¡Exacto! Pero, ¿sabes qué, hijo? De lo que más agradecido estoy con CabaréTito es que desde 001 y hasta la fecha cubren el Seguro Social de un amigo que vive con Sida, y que seguro sin ese apoyo ya hubiese fallecido, porque lo han tenido que internar como cinco veces de urgencia.
—¿En serio?
—Él está tomando diariamente seis pastillas para encapsular al virus, junto con otras tantas de profilaxis, para prevenir cualquier tipo de infección en su organismo. Y ahí la lleva bien, gracias a Dios. Y cómo ves que justo en este mes de noviembre, CabaréTito está celebrando ¡23 años de existir! y de brindar un espacio de diversión seguro, además de generar trabajo a un montón de personas de la comunidad.
—Y, ¿por qué crees tú que lo hacen?
—Una vez, en una entrevista a Tito Vasconcelos le hicieron justo esa misma pregunta.
—¿Qué respondió?
—Dijo algo así: -“… mi esposo David Rangel y yo, queremos devolverle a nuestra comunidad, un poquito de lo mucho que nos han dado…”.
—Abuelito…
—¡Ya sé! ¡Te prometo que te voy a llevar para que conozcas todos los espacios que tiene CabaréTito! Y si andan por ahí Tito o David, te los presento. Total ¡ya eres mayor de 18 y ya tienes tu INE!
—¿De verdad me lo prometes?
—¿Alguna vez no te he cumplido algo que te haya prometido?
—No. Nunca.
—Para sellar la promesa, vamos por unas gorditas de migas y queso, al Mercado de La Cruz.
—¡Vamos!
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