—¿Más de 63 mil personas escuchando un mismo programa?
—Bueno, en realidad no era un programa como tal. Les llaman Space y sólo se puede oír a través de Twitter.
—¿Y de qué tanto hablaban, hijo?
—Pues todas las personas que participaban se la pasaban defendiendo a Loret de Mola.
—¿El periodista?
—Ese mero.
—¿Y de qué lo defendían?
—¡Del presidente!
—¿Pues qué hizo?
—¡Abuelito! Estás bromeando, ¿verdad?
—No, no, no. En verdad no sé porque había tanta gente en un “espeis” defendiendo a Loret de Mola.
—Bueno, pues resulta y resalta que Loret de Mola difundió la noticia de que el hijo mayor del presidente se daba una vida de lujo exactamente contraria a lo que él viene defendiendo con todo ese rollo de la austeridad, de que si ya tienes un par de zapatos, para que quieres otro.
—Esa ha sido la base de su discurso desde que fue elegido para estar en la silla presidencial.
—Pues sí, pero al presidente, enojado por lo de su hijo, se le ocurrió enseñar que el periodista ganó el año pasado más de 35 millones de pesos, según él, y que además le iba a exigir a Televisa que le explicara el motivo por el cual le pagó más de 11 millones de pesos. Y la gente decía que al hacer públicos esos datos, que son secretos, exponía la integridad física de Loret y su familia, y más ahora que en seis semanas han asesinado a seis periodistas.
—En eso tienen razón.
—Pero fíjate que chistoso, abuelito. Alguien de todos los que participaron en seis horas de transmisión, dijo que Loret de Mola no hizo la investigación, sino una asociación civil, Mexicanos contra la corrupción o algo así, y que Loret solo hizo la nota periodística, pero el presidente no la agarró contra esa asociación, sino contra Loret. Y todo por culpa del hijo del presidente.
—Y ahora, ¿de qué acusan al hijo del presidente?
—De que maneja una camioneta Mercedes Benz blindada del año, de que había vivido en una casa con una albercota, con su cine y baños con tina en cada una de las cinco recámaras que tiene, que le pertenecía a uno de los más altos ejecutivos de una empresa con la que el gobierno de México viene haciendo negocios desde que gobernaba Peña Nieto, y ahora también tiene contratos con la 4T.
—El hijo del que hablan, ¿fue el que se casó con una brasileña, que trabaja en algo del petróleo, con la que le dio al presidente un nieto gringo, porque nació en Estados Unidos en un hospital privado carísimo que pagaron en dólares, en lugar de haber dado a luz en México, en el IMSS o en el ISSSTE?
—¡Ese mero!
—El que viaja en jets privados con la esposa que fue a la nieve y a varios partidos de la NBA y seguramente ayer estuvieron felices viendo el super Bowl en el estadio, y fue becaria de Bill Clinton como Mónica Lewinsky, y que se tomó una foto con Donald Trump, ¿verdad?
—Este… Creo que si.
—¿Es el mismo que durante un acto de campaña, en un mitin afuera del Senado, mientras en aquel entonces, su papá aún no era presidente y hablaba de austeridad, ¿llevaba puesto un par de tenis Louis Vuitton de más de 12 mil pesos?
—No, ese que dices de los tenis caros es Jesús Ernesto, el más chico de los cuatro, pero los suyos son Adidas de ocho mil.
—No, el que yo digo es Andrés Manuel López Beltrán. En aquel entonces, cuando el escándalo de sus tenis tenía 22 años y cerró su Face después de tanta crítica que le hicieron, y luego luego que sale su papá a defenderlo echándole la culpa al dueño del Milenio de que estaban en su contra, que lo querían destruir y hacer quedar mal con el pueblo de México, y desvió toda la atención con insultos y amenazas.
—¡Ya se la sabe! ¡Está repitiendo la misma historia! Nomás que ahora está defendiendo a José Ramón.
—Pues parece que sí, hijo. Lo que no entiendo es por qué le cuesta tanto a López papá aceptar que sus hijos viven una vida de lujos.
—¡Pues justo de eso hablaron el viernes en el Space, más de 63 mil personas, porque entraban y salían un buen!
—¡Con esas 63 mil personas llenas el Zócalo!
—¡También eso dijeron el viernes!
—¡Sabía que eso me ibas a preguntar! Aquí lo anoté. Yo nomás conozco a Sergio Mayer.
—¿En serio estuvo ese señor?
—Sí, y también Lily Tellez, Margarita Zavala, de esa también he oído hablar; Héctor Gomíz, Xochitl Gálvez, Raymundo Riva Palacio, Yuriria Sierra, Dennise Dresser, Emilio Álvarez Icaza, ¡ha!, el mismo Loret de Mola, y otro montón que ya no alcancé a anotar porque el internet de Telmex está fallando bien gacho en mi casa.
—Pues se le juntaron a Andrés Manuel todos los periodistas a los que él ha acusado de atacarlo. Está cosechando lo que ha sembrado.
—¿Qué piensas, abuelito?
—Pienso que si a ti te atacaran, yo también saldría como loco a tirar trancazos, ¡para defenderte de quien fuera!
¿En serio, abuelito?
—¡Por supuesto, hijo! El asunto es que yo veo aquí a un papá que tiene la necesidad moral de defender a su hijo, que está haciendo exactamente lo que él está prohibiendo que se haga, y aunque se trate de una cuestión política lo entiendo, lo entiendo.
—Gracias, por hacerme sentir protegido. Procuraré no fallarte.
—¡Vamos por un elote al Templo de La Cruz!
—¡Vamos!
