ENTREVISTA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: PACO PEÑA/LALUPA.MX
El periodismo mantiene su esencia a pesar de los cambios con las nuevas herramientas digitales y no queda más que escribir, escribir y escribir, sostiene Manuel Roberto Sosa Calderón, quien, con 45 años de trayectoria periodística, ingresó al Salón de la Fama del Periodista Deportivo de la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme).
Con 72 años de edad, contrasta la velocidad informativa de las nuevas generaciones y la inmediatez de la noticia, con la paciencia y la aventura que implicaba mandar una nota en tiempos pasados, con una máquina de escribir que no siempre estaba en las mejores condiciones o por teléfono.
Sostiene que las bases del periodismo pueden aprenderse en las aulas, pero ejercer el periodismo se aprende en las salas de redacción, en el trabajo en los sitios donde se presenta la noticia, con los compañeros que tienen años en la misma trayectoria, por eso, su ingreso al Salón de la Fama del Periodista Deportivo, en su quinta generación, lo llena de orgullo.
“Me siento muy contento, por supuesto que después de tantísimos años he tenido la oportunidad de recibir algunos reconocimientos, pero este es muy especial porque lo hice junto con una serie de periodistas con los que tuve la oportunidad de trabajar hace muchos años, los que estuvimos recibiendo este reconocimiento teníamos más de 30 años, el que menos, en mi caso, 45 años de trabajo, es muy agradable”.
El periodismo deportivo para Manuel Roberto Sosa es muy especial porque implicó un esfuerzo constante. “Yo tengo 72 años, hace 45 años había que empezar desde abajo, hace mucho no había más que trabajar con una máquina de escribir muchas veces en malas condiciones, pero no había más, nadie se quejaba y eso fue avanzando muy rápido, hasta la época que vivimos ahora, pasé de la máquina de escribir y no tener una grabadora para hacer una entrevista para un medio o alguna cámara, en una parte donde la tecnología no era tan desarrollada, hasta esta nueva época”.
Sin embargo, afirma, el periodismo mantiene su esencia, porque no queda más que “escribir, escribir y escribir”, con los principios básicos de la profesión de claridad y de veracidad, así como buscar información extra para dar un poco más a lo que se va a publicar.
Sus años de experiencia le dejaron el gusto por trabajar en las salas de redacción, donde se aprende de otros periodistas que no siempre tenían estudios universitarios, pero sí una escuela laboral que tenía gran mérito. “Ahí, en la redacción, es donde te hacías periodista, donde aprendías a trabajar y escribir sobre los grandes eventos. En mi caso el periodismo escrito no tuvo tanta fuerza como cuando hice radio y después televisión, donde sigo hasta la fecha”.
Sosa Calderón no encuentra gran diferencia con las nuevas generaciones, pero sí un cambio en la velocidad para entregar la información. “Eso es totalmente distinto, antes en la televisión grabábamos en carretes de tres cuartos, los formatos de la cinta eran grandotes, una cosa enorme o bajábamos de los teletipos la información que llegaba porque no había computadoras, simplemente había que estar pendiente de lo que llegaba de las agencias internacionales de la nota deportiva”.
“El envío de información era una aventura, desde hablar por teléfono, que te tomaran la nota, lo que ya habías escrito, enviar la información a través de diferentes métodos de televisión o radio. Hoy todo lo haces en tu teléfono inteligente, mandas desde ahí y todo llega muy bien, esa es una diferencia entre lo que vivimos nosotros en aquellos años a lo que viven los jóvenes ahora, pero la esencia ha sido la misma, pero la esencia es la misma, si eres un reportero o un comentarista o te preparas y aprender a hacer del periodismo una escuela, no avanzas, no eres un buen periodista”.
El secreto de mantenerse en el periodismo y hacerlo bien, subraya, es asegurarse de que esta profesión les guste, así como debe gustarle a una persona ser carpintero o ser ingeniero, médico o plomero, porque solo el gusto por una actividad da confianza y entrega.
Por eso, siempre recomienda hacer lo que a cada quien le guste, porque “si te molesta hacer una guardia en una sala de redacción, si te molesta ir con tu camarógrafo a cubrir una nota en un lado donde corres peligro, en un avión, bueno, no estás donde quieres, a lo mejor solamente quieres ser lector de noticias, quieres leer un telepronter, pero cuando te gusta ir al lugar de la noticia, a levantar información, lo vas haciendo con mucho cariño y esa entrega te lleva a marcar la diferencia, entre quien quiere ser un buen periodista y quien no encuentra ahí su camino”.
