ENTREVISTA: JOSÉ ANTONIO GURREA C./LALUPA.MX
FOTOS: ENRIQUE CONTLA/LALUPA.MX
Practicante de la escritura, como una forma de dejar fluir las emociones; adepta de la trova romántica, no de la de protesta; aficionada del futbol, no como espectadora, sino como jugadora “un poco ruda”, Liliana San Martín Castillo, secretaria del Trabajo del gobierno de Querétaro, se describe a sí misma como una persona autoexigente, dice que lo que más le lástima y entristece es el abuso que sufren los menores y revela que su ideal de felicidad tiene que ver con disfrutar de las cosas pequeñas de la vida, como tomar un café o ver la sonrisa de su hijo.
Abogada, con especialidad en derecho constitucional y una maestría en administración, la funcionaria revela “En el confesionario” de lalupa.mx que se había prometido nunca dedicarse a la política, pero “heme aquí”, como funcionaria pública, primero en el ámbito municipal (San Juan del Río) y ahora en el estatal, donde a través de la dependencia a su cargo una de sus principales apuestas es romper la brecha laboral entre hombres y mujeres.
¿Cómo comienza tu día?
Regularmente entre las 6 de la mañana, pues intento alistarme lo más inmediato posible para ganarle a que despierte mi hijo que tiene 4 años. La idea es prepararnos todos: mi pareja, Matías, que va a la escuela, y su servidora, a la oficina.
Llegando aquí la jornada laboral se centra entre atender empresas, abogados laboralistas, ciudadanos, revisión de proyectos con el equipo, planteamiento de nuevos proyectos, contenciosos que vemos del área de inspección. En eso se nos va el día.
¿Qué te hubiera gustado ser, si no te hubieras dedicado a la función pública?
Escritora. Me hubiera gustado escribir.
¿Tienes algo publicado?
No como libros propios, me gusta soltar la pluma, es algo que disfruto mucho desde niña, pero no como en un tema profesional, sino como una alternativa para dejar fluir las emociones. Soy una escritora más de consumo propio, de acontecimientos personales, de plasmar en una libreta el acontecer cotidiano. No es un diario, son libretas, anotaciones.
¿Nunca has tenido el gusanito de llegar a publicar?
La verdad no, lo siento tan propio, tan íntimo, tan personal.
¿A qué actividad nunca te dedicarías?
Yo dije que nunca me iba a dedicar a la política y heme aquí. La verdad es que yo era muy puntual, muy clara, de hacia donde quería ir, y en el tema profesional, dije: “política no”. Sin embargo, siempre lo he dicho, la línea es muy delgada entre lo técnico y lo político y una cosa a veces implica abrazar la otra.
¿En qué red social te sientes más cómoda?
Yo creo que Facebook, por un tema generacional, y Twitter porque me gusta precisamente leer contenidos. Es como la forma, es como conoces a una persona a través de lo que escribe.
¿A qué dedicas tu tiempo libre? ¿Qué es lo que más te gusta hacer?
Debo reconocer que tengo poco tiempo libre entre la faceta de este puesto, pues el servicio público en general es muy demandante, y mi faceta de mamá, además, mamá de un niño de 4 años. La verdad me queda muy poco tiempo libre, pero cuando estoy ofuscada, enojada, muy estresada, correr me ayuda muchísimo, es mi forma de aligerar ideas.
Ya dijiste que tienes poco tiempo libre, sin embargo una pregunta obligada es: ¿serie o película?
Serie. Ahora son más caricaturas pero antes de que naciera Matías, Mi nombre es Ana con A era mi serie favorita. Trata de una niña huérfana adolescente con muchos retos, es una escritora y retrata emociones complejas pero en un contexto social donde ella sobresale, precisamente, por ser defensora del tema de mujeres.
Hablando de la escritura, ¿cuál es tu tu libro de cabecera, tu autor favorito?
Fíjate que de muy jovencita tuve un amigo al que le gustaba prestarme libros, no me los regalaba, me prestaba un libro al mes. Me decía: “te lo voy a catafixiar, pero antes nos vamos a tomar un café”. De esta forma, fui generando un hábito, desde muy pequeña, en el tema de la lectura. Si tuviera que mencionar un libro es “Los miserables” de Víctor Hugo y es la forma en la que escribe el autor, lo lees y te duele la historia.
¿Cómo se encuentra integrado tu playlist?
Me encanta escuchar trova, soy trovadora, no la de protesta, sino de la romántica. La disfruto mucho.
¿Una canción, una banda y un cantante?
Un canción “Rabo de nube”, de Silvio Rodríguez. Grupo, ninguno, porque los trovadores aman lo individual. Y de cantante me quedaría con Silvio, con Alejandro Filio y con Luis Eduardo Aute.
¿Te gusta el futbol?
No me gusta verlo, me gusta jugar futbol callejero, y además soy ruda. El único deporte que practique en mi tiempo de mocedad fue precisamente el futbol. Hacíamos competencias entre comunidades. Hoy juego futbol con Matías, con su papá y debo reconocer que él sale lesionado muy seguido. Sí, soy un poquito ruda para ello.
¿Cuál es tu posición favorita?
Delantera.
¿Anotas muchos goles?
Intento, me va bien.
¿Le vas a algún equipo?
No, en absoluto. Si me invitan a un partido de Gallos, voy, intento pasarla bien, pero veo la cancha y a mí me dan ganas de estar ahí dentro, no de estar de espectadora.
¿Tu platillo favorito? ¿Ese que pudieras probar muchas veces sin hartarte?
Elote, crema de elote, sopa de elote, tlaxcales, tamales de elote, elotes asados. Las variedades del elote me encantan, no es algo que pudiera fastidiarme.
¿Tequila o vino?
Vino tinto no caería nada mal. La verdad es que me gusta como aperitivo o como digestivo, igual que el café. Nada más que como no me puedo tomar el vino en la oficina, me quedo con el café, pero al vino lo disfruto mucho.
¿Qué personaje histórico es tu favorito?
Mi tema siempre es el reconocimiento a mujeres, así que si tuviera que elegir un personaje sería a María Valentina Ramírez, quien se disfrazaba de hombre para poder ser soldado en la Revolución mexicana. Es precisamente por ese carácter, por ese valor, que le hace mucho mérito a su apodo de “La Valentina”, pues rompe la estructura social de ese momento cuando a las mujeres no les estaba permitido que fueran soldados.
¿Si tuvieras el don de regresar al pasado y te encontraras a “La Valentina”, qué te gustaría decirle?
Si me la pudiera encontrar justo sería esto: compartirle cuales son hoy las brechas que hemos logrado romper los hombres y mujeres, para no usurpar la personalidad de otros.
¿Un personaje de ficción?
Mafalda, es tan asertiva, nos muestra una realidad tan cruda pero tan tierna también.
¿Qué es lo que más te entristece en la vida?
Yo creo que cuando conozco situaciones de vulneración a niñas o niños. En el tema de estos chiquitos todos deberíamos ser sus protectores, deberían ser seres intocados. Enterarme de alguna historia donde un menor ha sido vulnerado, siempre lastima.
¿Cuál es tu ideal de felicidad?
Disfrutar de las cosas pequeñas, de las cosas que nos dan paz: el saborear el café, la sonrisa de mi hijo, el darle dignidad a cada paso que damos en nuestro día a día, el darle valor al espacio que ocupamos.
¿Cuál consideras que es el principal rasgo de tu carácter?
Que soy muy autoexigente. Definitivamente en el tema profesional soy muy autoexigente
¿Qué hábito propio aborreces más?
Que soy muy estructurada y me cuesta mucho trabajo salir de la propia estructura que he creado. Cuando tengo que romper algo que he hecho y que además estoy convencida que es así, salirme de ahí me cuesta mucho trabajo.
¿Y de los hábitos ajenos?
Las personas que simulan me causan ruido.
¿Qué don te gustaría tener?
La sabiduría, creo que es el don más complicado de tener en el tema de las decisiones, precisamente romper con algo que crees, para apostar por lo que es mejor.
Defínete en tres palabras
Leal, ordenada y empática.
¿Cómo te gustaría morir?
Rodeada del cariño de mi esposo y consciente, para tener la posibilidad, en ese último momento, de reconocer el afecto de los propios y manifestar el afecto hacia ellos.
¿Cómo te ves en un futuro?
Mi futuro, yo diría el más inmediato, con la satisfacción de dar a través de la plataforma que nos dan estos espacios públicos.
¿Cómo te gustaría ver al sector laboral al final de esta administración?
Estamos apostando por romper esas brechas laborales entre hombres y mujeres, así que estamos apuntando precisamente a esta igualdad en el tema empresarial. Pero, también lo he dicho, no todas las mujeres queremos ser empleadas, algunas queremos quedarnos en casa pero ganar nuestro propio recurso. Yo estaría bien contenta si tengo esa posibilidad, primero, de romper esta brecha y, segundo, de ayudar o posibilitar que las mujeres que estén en sus hogares puedan ser auto empleadas con estos programas de mujeres que estamos creando desde esta secretaría.
¿Has encontrado resistencias?
Creo que estamos justo en un momento histórico donde hay coincidencias, donde lo que me he encontrado de aquel lado son directivos varones que quieren incorporar a las mujeres en campos donde nunca han estado, porque son conscientes que les cambia la dinámica del lenguaje, y hay un mejor desempeño y una mayor productividad cuando colocan a un grupo de mujeres ahí. Entonces, no he advertido resistencia, al contrario, creo que estamos en una coincidencia de oportunidades.