He insistido mucho en el poder de la educación y en la necesidad de que en nuestro país se impulse una educación de calidad en todos los niveles y a todos los sectores de la población, pues es claro que un país sin educación está condenado al fracaso.
La pandemia significó un gran problema para, el de por sí, muy maltratado sistema educativo de nuestro país, pues afectó a poco más de 33 millones de estudiantes y a más de 2.1 millones de docentes. En un abrir y cerrar de ojos, toda la comunidad estudiantil comenzó a tomar clases desde su computadora o celular con internet (los más privilegiados) o a través de la televisión.
Aún no hay datos precisos de las graves afectaciones que provocará esta situación en el desempeño académico e incluso laboral de los estudiantes, ya que se abrió una brecha educativa tan grande que costará mucho trabajo reducirla. De hecho, se calcula que provocó un rezago educativo que va de los dos a cuatro años según el grado escolar y estado de la República.
Y en este sentido, es lamentable que desde el gobierno federal no se esté haciendo mucho por resolver y atender esta problemática que sin duda tendrá un impacto negativo en nuestra economía.
A esta situación, hay que añadirle la gran cantidad de alumnos que tuvieron que abandonar su escuela, principalmente por motivos económicos.
Ante tal escenario, es urgente crear diagnósticos profundos que nos lleven a diseñar estrategias de recuperación educativa en la llamada “generación Covid”.
En este sentido, quiero destacar el trabajo que se está realizando desde la Secretaría de Educación Pública del estado de Querétaro, con su titular Martha Soto, quien ha demostrado mucho interés y una verdadera preocupación y ocupación del tema. Muestra de ello, es la Evaluación Diagnóstica que se realizó en la entidad y que permitirá generar esas estrategias para la recuperación del rezago educativo.
En esta importante iniciativa participaron más de 14 mil estudiantes de educación media superior y se analizaron aprendizajes básicos e imprescindibles en las áreas de comunicación, matemáticas, ciencias y mentalidad del crecimiento. Hay que destacar que esta evaluación sólo se ha realizado en Nuevo León, Guanajuato y nuestro estado, algo que tenemos que valorar y reconocer, pues demuestran que las autoridades están asumiendo las responsabilidades que les competen.
Con esto, Querétaro se ubica nuevamente como ejemplo nacional de cómo sí se deben hacer las cosas en una materia tan importante para el país como es la educación.
Es urgente atender dicha problemática para nivelar los más pronto posible las habilidades y conocimientos de los alumnos para eliminar esas brechas tan grandes que se generaron durante la pandemia y aquí ya se está trabajando.
Con esto, el sector empresarial de Querétaro, particularmente el representado en Coparmex, celebra esta iniciativa y refrenda el apoyo para que en nuestro estado haya una educación de calidad para todos y todas.
Jorge Camacho Ortega es presidente de Coparmex Querétaro
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