Autoría de 8:08 pm Enrique Calderón - Vidas deportivas • 4 Comments

“La Brujita” Rivas, el futbolista que provocó el llanto de Azcárraga Jean

ENTREVISTA: ENRIQUE CALDERÓN/LALUPA.MX

Figura del Cruz Azul en los años 90, Marco Antonio “La Brujita” Rivas se destacó por ser un excelso y fino mediocampista. Sin embargo, poco saben que en la década de los 70 hizo llorar al niño Emilio Azcarraga Jean, hijo del “Tigre” Emilio Azcárraga Milmo, dueño del emporio de Televisa, en el mismísimo Estadio Azteca, cuando ambos disputaron una final entre equipos infantiles del América.

Y es que Marco Antonio, de escasos diez años, anotó el gol del triunfo de los Tigres, su equipo, ante las Aguilas Reales de Emilio, para ganar el campeonato, y levantar la copa ante el llanto inconsolable de este último, sin saber que el destino le tenía preparada la revancha cuando en la final de la temporada 89-90, justo en ese mismo escenario, el Cruz Azul caería vencido ante el América. Entonces, las lágrimas corrieron en el rostro de la “Brujita” Rivas, al perder el campeonato ante los azulcremas, equipo en el que se había formado desde la categoría infantil hasta fuerzas básicas. ¡Ironías de la vida!

A los 10 años, en el América

“La Brujita”, cuenta a lalupa.mx que nació en el centro histórico de la Ciudad de México en 1966, justo cuando se inauguró el Estadio Azteca y México se preparaba para organizar su primera copa del Mundo en 1970.

Defensor de jugadores

De familia acomodada, su padre era gerente de la llantera Euskadi, y su madre ama de casa. De cinco hermanos a Marco Antonio fue el único que le dio por el futbol, no sin antes entregarle el título de licenciado en administración de empresas a su padre como requisito indispensable para jugar futbol profesional.

“Afortunadamente nunca tuve carencias, de hecho siempre me gustó estudiar y prepararme, en mi casa en las reuniones familiares hablábamos de temas sociales, de economía, y de política, y a mí en lo personal no me gustan  las injusticias y siempre defendía a mis compañeros en el campo de juego y afuera también, lo que me ocasionó que a algunos directivos les causara cierta incomodidad y hasta de grillo me tacharan”, narra “La Brujita”.

Chiquito y habilidoso

Marco Antonio cuenta que le encantaba tanto la pelota, que sólo de escuchar la palabra futbol se le iluminaba la cara. “Mi papá me inscribió en la escuelita del América y hasta me iba caminando pues yo vivía en Coapa, tuve la fortuna de que mi primer entrenador fue el “Chocolate” García a quien le caí muy bien, yo creo que por flaquito y chaparrito,  pero mi habilidad hizo que destacara entre los demás niños. Y digo afortunado pues imagínate entrenar y ver de cerca a figuras como Carlos Reinoso, Pichojos Pérez, Javier Aguirre y Alfredo Tena, y lo de ‘la Brujita’, pues me pusieron el apodo porque decían que me parecía al extremo derecho chileno Miguel Ángel Gamboa”.

Con tan sólo 15 años Marco Antonio tuvo su primera gira con el equipo juvenil del América y viajó a España. Al mando de ese equipo iba la leyenda americanista Enrique Borja junto con su esposa la actriz Sagrario Baena.

De cómo el basquetbol lo llevó al Cruz Azul

“Como estaba muy chaparrito y flaquito, mi papá me llevó con un pediatra y me inyectaron hormonas de crecimiento, sólo que el médico me dijo que no podía jugar futbol, que tenía que jugar basquetbol por lo menos un año para tener más altura. Así que dejé de ir al América y en ese entonces mis papás compraron una casa en Acoxpa. No lo van a creer en una calle que se llama Club América y que estaba atrás del seminario menor de Acoxpa en donde entrenaban las fuerzas básicas del Cruz Azul. Y así llegué a la Máquina Celeste en donde me dio la oportunidad el ‘profe’ Marco Antonio Rodriguez”.

“La Brujita” admite su agradecimiento por el Cruz Azul al que califica de ser un gran club. “Ahí me becaron con 800 pesos mensuales a los 17 años, mucho dinero para un chavo como yo; me compré mi Caribe 80, preciosa y como siempre me gustó ser compartido, les daba aventón a mis cuates que iban al metro Taxqueña, siempre fuí así, compartido, yo no jugaba futbol por dinero, afortunadamente y te lo repito fui un jugador ´pirruris´ (risas), y también tuve oportunidad de jugar en el Club Asturiano y enfrentarme a Beto García Aspe, Ricardo Peláez, Memo Cantú, el Tato Noriega. Ya con Cruz Azul los enfrenté en Pumas, América y Atlante”.

“La Brujita” vistió la playera nacional en la categoría infantil y juvenil  bajo el mando de Chucho del Muro, y debutó en la temporada 88-89 con Cruz Azul en el último  partido  contra Morelia el 26 de noviembre del 1989, además de haber participado en el famoso torneo nacional de reservas.

En Cruz Azul Rivas tuvo la fortuna  de tener como compañeros a grandes figuras de ese entonces como Armando Romero, Pedro Duana y Porfirio Jiménez, una media de lujo, y como entrenadores a Victor Manuel Vucetich y a Manolo Lapuente.

“Luego de la dolorosa derrota ante el América, en la final 88-89, me di cuenta de que iba a ser muy difícil jugar de titular por la gran calidad de jugadores, y además, por cosas que nunca entendí, llegaban a Cruz Azul jugadores extranjeros de pésima calidad, muy veteranos de hasta 37 años y nos mandaban a la banca. Fue así que decidí salir de la Máquina y me prestaron a los Gallos Blancos del Querétaro en donde fui recibido por por el Supermán Miguel Marín, en ese entonces entrenador del equipo. En los Gallos jugué de titular una temporada, y poco después nos enteramos de la terrible noticia del fallecimiento de Miguel Marín ahí mismo en Querétaro. De vuelta a Cruz Azul don Guillermo Álvarez Cuevas, siempre una finísima persona, me dio mi carta si ningún contratiempo y me fui a entrenar al Veracruz, en donde las condiciones no fueron para nada agradables y de plano decidí retirarme del futbol, todavía muy joven a los 30 años”.

Director técnico

Luego de su retiro de las canchas “La Brujita” encontró en la dirección técnica una posibilidad enorme de desarrollo y enseñanza deportiva para los niños, primero con su escuela Mariff Cruz Azul, filial del club, y más tarde como director de futbol del Colegio Alemán.

“En este colegio privado aprendí muchas cosas de la vida y filosofía de Alemania, como el orden, el respeto y la disciplina. Estoy muy agradecido pues en este colegio me apoyaron y me pagaron mi curso de director técnico y, cosas de la vida, enfrenté a las escuelas de Cruz Azul pero yo con el uniforme del colegio Alemán. También tuve la oportunidad de de viajar a Alemania y conocer a Jurgen Klinsmann, mundialista alemán, un estudioso del futbol que con su metodología del 8 contra 8 revolucionó la forma de entrenar de los equipos en el mundo”.

Ante el enésimo fracaso de México en mundiales, Rivas dice que para que México sea campeón del mundo se tiene que comenzar con una metodología precisa y uniforme en todas las escuelas de futbol del país, desde los cinco años de edad y desarrollarla hasta fuerzas básicas, para que rinda frutos, tanto en el futbol profesional como en la selección nacional.

En Querétaro, con el autor de estas líneas

Actualmente Marco Antonio vive muy a gusto en Querétaro y trabaja haciendo lo que le gusta, formar jóvenes como director de futbol de la New Element University.

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Last modified: 5 diciembre, 2022
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