Todo pensamiento es una conversación, sea interna o externa. En las disciplinas de diseño, donde yo me desempeño, existen ciertas técnicas que representan el lenguaje que se requiere para comunicar ideas.
Por lo general las disciplinas de diseño se respaldan en lo visual, por lo que enseñamos a dibujar a mano, a utilizar programas de ilustración, modelación y edición de imágenes, muchas veces para la documentación y comunicación entre especialistas y expertos: el dibujo técnico. Sin embargo, una pedagogía del diseño no es sólo el dibujo técnico, y les quisiera dar un ejemplo de un medio que representa ideas que superan una escala visual y experiencial de lo cotidiano; aunque requiere una mayor abstracción, tiene importantes consecuencias en los resultados del conocimiento humano.
El collage quizás aparenta un simple acto artístico, lo cual tiene sentido cuando consideramos que sus orígenes se remontan al movimiento cubista, en el cual artistas como Pablo Picasso y Georges Braque comenzaron a experimentar con esta técnica para crear nuevas formas de representación visual y desafiar las normas establecidas en el arte.
Además, deberíamos considerar que justo en ese momento prolifera la fotografía, la cual comprime el tiempo y labor de cualquier dibujante o pintor que buscaba crear una fiel representación de personas, eventos y la vida cotidiana de su momento. De este contexto surge la necesidad de ‘nuevas formas de representación’. Mi propuesta es que el collage sirvió para expandir y abstraer la representación, de tal manera que pudimos llegar a nuevas expresiones de escalas tan inmensas como las ciudades y lo metropolitano.
Parte del ejercicio del collage es añadir ‘capas’, una encima de la otra, de diferentes recursos, como fotos, papel, periódico, enciclopedias, etc., hasta que al terminarlo emerge un imagen completa. Por esto, el teórico Colin Rowe utiliza este método en su libro La ciudad collage para explicar el dinamismo de las ciudades antiguas, que no tuvieron claras divisiones de zonificación, como uso de suelo o limitaciones de preservación histórica.
Al contrario, las ciudades históricas van añadiendo ‘capas’ al paso del tiempo, transformando usos y creando parches que dan identidad a cada distrito. En este sentido, una ciudad es un tipo de collage, pero en escalas de espacio y tiempo fuera de nuestra visibilidad, por nuestra mortalidad y punto de vista corporal.
*Imagen de nuestra alumna Regina Yong en el taller de collage impartido por Elisa Soto de menjurje.tv en septiembre de 2022, en el Campus Querétaro del Tecnológico de Monterrey.
Lucas Hoops es maestro en arquitectura y director del Programa de Arquitectura en el Campus Querétaro del Tecnológico de Monterrey
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