Este domingo se celebrarán en el Estado de México elecciones para gobernadora, en un contexto y con ciertas características sui géneris que las convierten en un proceso electoral cuya influencia no se limita al territorio mexiquense, sino que sus resultados serán determinantes para el futuro de todo el país. De manera breve, revisaremos algunas de sus peculiaridades:
Las candidatas y los debates
A través de dos debates, las aspirantes mostraron sus fortalezas y limitaciones. Llama la atención el discurso oficial de Morena que, en ambos ejercicios, da por ganadora a Delfina Gómez. No obstante, dicho partido cuestionó el papel de la moderadora del primer debate ―Ana Paula Ordorica―, efectuado el pasado 20 de abril, al ser persistente en cuestionamientos que dejó sin responder su candidata.
La presión de Morena hizo que para el segundo debate ―18 de mayo― se eligiera otra moderadora.
A la primera, los morenistas calificaron a Ordorica de racista, clasista, parcial y antiprofesional, entre muchos otros epítetos, porque no le perdonaron evidenciar las carencias ideológicas, metodológicas y procedimentales de las propuestas de Delfina Gómez. Lo cierto es que el discurso de la morenista lució improvisado, insustancial, deslucido, ocurrente e infundado.
Fueron muchos los dislates con los que, sola, fue perdiendo protagonismo y credibilidad. Como cuando incluyó al norteño municipio de San Felipe del Progreso en un programa de gobierno que denominó “Caminos del Sur”.
El segundo ejercicio fue semejante. Una nueva moderadora ―propuesta por Morena― medió el intercambio de planteamientos. Nuevamente Delfina Gómez se mostró titubeante, nerviosa e incapaz de concluir a tiempo sus intervenciones. Su manejo de un presunto lenguaje inclusivo complicó su ya atropellada e incorrecta dicción.
De Alejandra del Moral sólo comentaré que presentó bien sus propuestas y que, al igual que la candidata Gómez, dejó algunos cuestionamientos sin responder (no tantos). Abundar en su desempeño en los debates podría significar que se me acuse de favorecerla o, en el peor de los casos, de ser racista, clasista, etc.
En el canal de YouTube del IEEM (Instituto Electoral del Estado de México) están publicados los videos de ambos debates. Después de las elecciones, sin duda, serán documentos de referencia para efectuar análisis políticos, de comunicación, semiológicos, etc.
Los partidos
Nuevamente, los partidos satélites cobrarán protagonismo en unas elecciones porque, aun cuando en materia de proyecto político sea muy poco lo que aporten a sus coaliciones, en término de votos ―aun pequeña― su contribución puede ser determinante para el triunfo o la derrota.
En este sistema pluripartidista con el que contamos, lo inusual en las elecciones mexiquenses del próximo 4 de junio es que partidos de ideologías contrarias y rivalidades históricas (PRI-PAN-PRD) hayan logrado ponerse de acuerdo (en la Coalición Va por el Estado de México) para apoyar a una candidata (Alejandra del Moral). ¿Lograrán igualmente construir acuerdos para gobernar en caso de triunfar?
A su vez, Morena logró concitar el apoyo del Partido Verde que, en realidad, ni es partido ni es verde. Es una organización política sin verdadera base militante, que no obstante, elección tras elección, ha logrado los votos necesarios para mantener su registro y sumar a la coalición en turno, porque casi nunca ha postulado a candidatos propios. Y no es verde, porque apoya la pena de muerte, entre otras posturas contrarias al ecologismo y la protección de la vida. El Partido del Trabajo, PT, completa a la coalición Juntos Hacemos Historia en el Estado de México.
Del otro lado, el Panal (Partido Nueva Alianza) es un caso muy similar al del verde. Sólo aparece como apoyo a alguna coalición y nunca presenta candidatos propios. Es decir, ambos se adhieren, según su conveniencia, a abanderados de agrupaciones mayores, pues lo mismo han estado en coaliciones de izquierda que de centro o derecha.
Las encuestas
Según la campaña de Delfina Gómez, las encuestas la ubican arriba de las preferencias electorales con muchos puntos (dos dígitos) de ventaja. Llama la atención que en ese recuento de instrumentos no aparecen las grandes agencias de investigación política. De hecho, a inicios del mes de mayo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sancionó a cuatro empresas de estudios de opinión (David, 2023) por la dudosa metodología empleada en la realización de dichas encuestas. Todas ellas daban por vencedora a Delfina Gómez.
Por otro lado, y como lo explican Pérez y Castro (2023) en la revista Nexos, “la mayoría de estos estudios sólo permiten conocer la intención de voto a nivel estatal, sin ofrecer un desglose detallado de las preferencias a nivel municipal”.
Al respecto, si bien las encuestas muestran las preferencias en un momento específico del proceso electoral, lo que verdaderamente definirá a la triunfadora será el voto que la ciudadanía ejerza el domingo 4 de junio.
Los escenarios
En febrero de este año, ambas coaliciones impugnaron sus registros mutuamente, alegando ante el Tribunal Electoral del Estado de México agravios e inconsistencias. Desde el inicio, esta contienda ha estado marcada por el cuestionamiento.
En el segundo debate, y luego de enfatizar su ventaja en las encuestas, Delfina Gómez dejó sin contestar la pregunta que la candidata Del Moral le espetó de improviso: ¿Respetaría usted el resultado de las elecciones en caso de resultarle adverso? Al ignorar la interrogante, Delfina Gómez evidenció que da por hecho su triunfo y que no contempla un panorama desfavorable.
En sentido contrario, Del Moral ha manifestado que el uso de la supuesta ventaja en las encuestas que ha esgrimido como hecho consumado Delfina Gómez es una práctica que busca desalentar el voto, al conocerse con antelación un presunto resultado de las elecciones.
En caso de resultar ganadora, la abanderada de la coalición Va por el Estado de México lograría casi una hazaña que, no obstante, y acorde con los sondeos de última hora, aún es posible. Un hipotético triunfo contra el pronóstico, desde luego, tendría que defenderse ante todas las instancias.
Muy previsiblemente, gane quien gane, la impugnación parece ser el escenario para los días posteriores a los sufragios.
Finalmente, en caso de ganar Delfina Gómez, de manera automática ―por la magnitud e importancia del Estado de México en la integración nacional― se posicionaría como aspirante natural a las elecciones federales del próximo año, convirtiéndose así en un factor desequilibrante en el proceso que ya parece definido en torno a Claudia Sheinbaum.
Por otro lado, en caso de ganar Alejandra del Moral, se abriría la posibilidad de la alternancia en el gobierno federal y, como señalábamos en la anterior colaboración sobre el tema, la ubicación geográfica del Estado de México también influiría en la tendencia regional de los estados del centro ―Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, San Luis Potosí y Morelos―, que se resisten a ser gobernados por Morena.
Referencias
- David, Esteban. (2023). Delfina: fabricaron “ventaja” con sondeos sin metodología y cuentas de Facebook fantasma. México. Eme Equis. 5 de mayo de 2023.
- Pérez, Daniel y Castro, Rodrigo. (2023). Elecciones Edomex: una estimación de la intención de voto a nivel municipal. México. Revista Nexos.
