CRÓNICA: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ /LALUPA.MX Y BENJAMÍN DELGADO / ARCOIRIS.CITY
Como cada año, desde hace siete, la comunidad de la diversidad sexual hizo suyas las calles del primer cuadro de la ciudad de Querétaro para llevar a cabo la marcha del Orgullo y la Dignidad LGBT+, que este 2023 se realizó bajo el lema “En Querétaro marchamos por nuestros derechos”.
La convocatoria para la comunidad era a las cuatro de la tarde, pero la marcha comenzó hasta las cinco, cuando familias enteras llenaban el andador de los arcos hasta el templo de La Cruz. Mientras las personas se preparaban, compraban banderas de las distintas identidades, agua y raspados para hidratarse por el calor del sábado por la tarde en la capital queretana.
Los vendedores de banderas ofrecen sus productos. Caminan de un lado a otro. Algunos prefieren apostarse en algún lugar con sombra y tender su mercancía en el piso. Paletas, raspados y aguas frescas también se hacen presentes y son buscados por los asistentes a la parada. Incluso orientan sobre el inicio y el recorrido de la marcha.
El dispositivo de seguridad, formado por elementos de Movilidad, encargados de los cortes viales, para evitar algún percance durante el trayecto, es testigo de los abrazos de quienes quedaron de verse en la marcha o no se veían desde la edición del año pasado.
“Ya te encontré”, “Qué gusto verte” eran las frases previas a las consignas que lanzarían en el recorrido como “No que no, sí que sí, ya volvimos a salir”, o “Esos mirones, también son maricones”, que entonaron junto con canciones de Lady Gaga, Dua Lipa, Gloria Trevi y hasta Rocío Durcal con “La gata bajo la lluvia”.
El sol no los detiene y se abren paso entre las calles del centro, con muchas empresas que decidieron sumar contingentes a esta séptima edición. Peatones y transeúntes que son sorprendidos por la marcha aprovechan para tomarse fotos con quienes van caracterizados como personajes de princesas de Disney, unicornios, Deadpool o la bruja Úrsula de La Sirenita.
Calle tras calle, sobre Zaragoza para regresar al centro y reunirse en el jardín Guerrero, donde todos, sobre todo las empresas incluyentes, se encargaron de mostrar su respeto a la diversidad sexual.
