REPORTAJE Y EDICIÓN FOTOGRÁFICA: AMÍLCAR SALAZAR/LALUPA.MX
Luego de acampar en parajes, riberas y montañas de México; de transitar diez mil kilómetros de carreteras, de promover en redes sociales la belleza de los pueblos mágicos de Querétaro, los tejidos de Chiapas o la platería de Guerrero, entre otros atractivos, esta pareja de canadienses se topó con el infierno que el crimen organizado ha impuesto en muchos municipios del país.
El lunes 24 de abril de 2023, los excursionistas Lyndsay Fillier y Braden Taylor, ambos de 36 años, sufrieron un asalto que calificaron como devastador para el estilo de vida nómada que disfrutaban en México. El suceso les significó un gran susto, pero también una pérdida económica y emocional que los hizo retornar precipitadamente a su país.
La pareja fue atracada por desconocidos mientras viajaba a bordo de su desaparecida camioneta-dormitorio GMC-Savana de color miel y matrícula de Ontario (CBRE 562), ello sobre una brecha que entronca con la carretera que divide a los municipios de Ciudad Cuauhtémoc y Genaro Codina, en el estado de Zacatecas.
En días previos al asalto, los canadienses visitaron Tequisquiapan y Bernal, rincones queretanos en los que acamparon sin contrariedades tanto en las cercanías de la presa Centenario como en las icónicas y también apartadas faldas volcánicas de la Peña de Bernal.
Los turistas siguieron su ruta hacia el norte del país procurando caminos libres de Guanajuato y Aguascalientes, pero cuando apenas llevaban 30 minutos en Zacatecas, fueron sorprendidos por el grupo delincuencial.
CARRETERAS DE “EXTREMA PRECAUCIÓN”
Para desgracia de la industria turística, el estado de Zacatecas, junto con Tamaulipas y Chihuahua, encabeza la lista de las 14 entidades mexicanas que, de acuerdo con el gobierno de Canadá, se consideran como de “extrema precaución” para el turismo, especialmente por la vía terrestre.
“Tenga mucho cuidado por los altos niveles de actividad delictiva y secuestro. La policía no patrulla regularmente las carreteras”, puede leerse en la alerta de viaje canadiense que se encuentra en internet desde enero de 2023.
La percepción del turismo internacional sobre la inseguridad que aqueja muchas zonas del país “sigue siendo una variante crítica que compromete el desarrollo del turismo”, advierten tanto el Consejo Nacional Empresarial Turístico como el Centro de Investigación Turística Anáhuac, organismos que reportaron un incremento del 83 por ciento en dicha percepción, así como afectaciones para los destinos turísticos que pasaron de “graves” a “muy graves” en los meses finales de 2022.
Sólo durante 2022, Zacatecas reportó un total de mil 428 homicidios dolosos (3.9 por día) y 1,897 robos de autos (5 diarios), además de que la entidad lidera los índices nacionales de percepción ciudadana de inseguridad, con rangos regionales de hasta un 97 por ciento, según datos del INEGI.
“AFORTUNADOS DE SEGUIR CON VIDA”
Lyndsay y Braden corrieron con suerte al salir ilesos de un asalto en el que una banda de maleantes se concretó a disparar tiros al aire con armas de alto poder. Sin embargo, estuvieron cerca de quedar atrapados en la cruenta balacera que minutos después se dio entre la banda delictiva y policías municipales de Ciudad Cuauhtémoc.
Se trató de un fallido operativo para capturar a los robacoches, mismo que de manera singular fue ordenado y acompañado por el alcalde de Cuauhtémoc, Francisco Javier Arcos Ruiz, cuyos padres acababan de ser despojados de dos vehículos. Sin embargo, cuatro policías resultaron gravemente heridos y uno asesinado, sin poderse arrestar a nadie o recuperar el botín.
Aterrados –sin casa rodante, dinero y un sinfín de objetos personales–, Lyndsay y Braden debieron pedir donativos en internet para pagar los pasajes aéreos y terrestres necesarios para volver a su país, donde ahora buscan reponerse del susto que malogró su sueño mexicano.
Pero los ciudadanos de Canadá no se fueron de México sin antes fundar un sitio web para recabar fondos para la familia del oficial zacatecano muerto en el operativo, Luis Antonio de la Riva, quien dejó en el desamparo a esposa y seis hijos.
Los 5,200 dólares recabados hasta hoy por parte de los canadienses han sido el único ingreso que ha recibido la familia de la víctima, porque la prometida indemnización por parte del gobierno zacatecano aún no les llega.
“AMAMOS MUCHO A MÉXICO, PLANEAMOS VOLVER”: LYNDSAY Y BRADEN
Desde la lacustre ciudad de Okanagan, provincia de la Columbia Británica, en Canadá, Lyndsay y Braden conceden esta entrevista por vía digital con lalupa.mx, único medio mexicano que buscó contactarlos, según refieren, indicando que su historia sólo tuvo eco en la prensa de Canadá y Estados Unidos.
La joven pareja se graduó de la Universidad de Ottawa hace una década, y aunque él tiene una licenciatura en Comercio y ella de Historia e Idiomas, ha buscado vivir de un modo alternativo al viajar buena parte del año –especialmente durante las largas temporadas invernales¬– a bordo de una camioneta.
¿Cómo se encuentran, luego de la pesadilla que vivieron? ¿Piensan volver a México en el futuro?
BRADEN: Seguimos amando mucho a México y sí, claro que pensamos ir otra vez. Por el momento, estamos sumamente impactados por lo que sucedió y sólo quisiéramos dejar pasar un tiempo a fin de trabajar y recuperarnos, tanto en lo emocional como en lo económico. Luego planearemos otro viaje al sur del continente y desde luego a México.
LYNDSAY: Sí, claro que volveremos. Aunque por ahora nos concentramos en superar la pérdida. Para aquellas personas que no nos conocen, la camioneta no era para nosotros un simple vehículo. Era nuestro hogar en México, Estados Unidos y Canadá.
BRADEN: Hace seis años vendimos el departamento que teníamos en la ciudad de Ottawa, con objeto de mudarnos, literalmente, a la camioneta que compramos y habilitamos para vivir. Desde entonces, trabajamos medio año en Canadá y el resto lo dedicamos a viajar al sur del continente, particularmente en México.
LYNDSAY: Lamentablemente, junto con la furgoneta también perdimos todas las fotos de nuestros increíbles viajes, toda la ropa, zapatos, las computadoras, cámaras y otros equipos electrónicos.
También perdimos todos los artículos que habíamos comprado para nuestra tienda en línea (Etsy), que era nuestro plan para un futuro de independencia financiera, quizá viviendo la mayor parte del tiempo en México, país que amamos.
¿Cómo fue el asalto? En México sólo supimos del caso por un escueto comunicado de prensa de la policía local, sin datos concretos o detalles sobre ustedes.
BRADEN: Estábamos entrando a un camino de tierra y decidimos esperar a que dos camionetas pasaran rápidamente por la carretera a la que estábamos a punto de entrar. Pero los autos no continuaron. Se detuvieron bruscamente frente a nosotros, bloqueando nuestra entrada a la carretera.
Un hombre alto con cicatrices de acné en el rostro, armado con una ametralladora y un chaleco antibalas, bajó de la primera camioneta y nos ordenó que descendiéramos de la nuestra. Exigió nuestro dinero y los teléfonos celulares.
Disparó un par de ráfagas al aire para que nos apuráramos. Cuando obtuvo nuestros teléfonos, pidió que los dejáramos abiertos, con nuestras contraseñas. Luego volvió a su vehículo, llevándose los celulares y mirando ambas pantallas.
En ese momento, otro hombre bajó del mismo vehículo, gritando: “las llaves, dame las llaves”.
El motor de nuestra furgoneta estaba encendido, así que simplemente el hombre abrió la portezuela, subió y enfiló el vehículo hacia la carretera.
Luego se fueron, dejándonos parados allí, sólo con la ropa que traíamos. Yo ni siquiera tenía puesta una camiseta, ella estaba con sandalias y pantalones muy cortos.
Básicamente, nos quedamos en estado de shock, viendo cómo se llevaban nuestra furgoneta junto con los otros dos vehículos que luego supimos también habían sido robados.
¿Cómo supieron que se trataba de autos robados? ¿Recuerdan el modelo y color de los autos que conducían aquellos hombres?
BRADEN: Los otros autos robados, según oímos, eran de los padres del alcalde de Cuauhtémoc. No tengo datos precisos sobre aquellos vehículos, ya que todo fue muy rápido, aunque sí recuerdo haber visto un Chevy Tornado de color claro, tipo pickup. El otro era un vehículo similar, pero de color azul oscuro o negro y me parece que tenía en la parte trasera una cubierta para carga”.
¿Cuántos sujetos participaron en el asalto? ¿Me pueden dar una descripción del tipo y color de la ropa que vestían, así como el tipo de vehículos en los que se transportaban?
BRADEN: Sólo pudimos ver a los tres hombres que descendieron de las camionetas Chevy. Tenían armas militares estilo asalto. Grandes rifles que parecían muy modernos. Llevaban ropa normal, de distintos colores, pero todos llevaban chalecos antibalas de color negro.
¿Qué ocurrió después? ¿Cómo se dio la balacera entre policías y ladrones?
LYNDSAY: Apenas había pasado un minuto del asalto cuando vimos que por la misma carretera venían dos camionetas de policía y otros autos que venían en fila. Nos acercamos al camino para hacerles señas de auxilio y se detuvieron junto a nosotros.
En el convoy venían varios guardias armados y también gente del gobierno de Cuauhtémoc. Les contamos nuestra historia, especialmente a un señor que se acercó a nosotros de manera muy comprensiva. Luego supimos que era el alcalde del lugar, acompañado por empleados de su oficina.
El alcalde pidió a uno de sus ayudantes que se encargara de protegernos y de llevarnos en auto al pueblo de Cuauhtémoc. Mientras nos subíamos al vehículo, vimos como las camionetas policiales salieron en persecución de los hombres que nos robaron la camioneta y de los otros autos.
Una hora después, mientras esperábamos en el pueblo, supimos que se dio una balacera y cuatro de los policías que perseguían a estas personas resultaron heridos y uno lamentablemente murió. Nos sentimos muy afortunados de seguir vivos, pero, por supuesto, estamos conmovidos por la muerte y heridas de los oficiales.
LYNDSAY: Fue bastante terrible para nosotros saber que la balacera sucedió justo después de un hecho en el que estábamos involucrados, así que nos sentimos algo responsables.
BRADEN: No estamos exactamente seguros de lo que pasó con los policías heridos, pero en el caso del que falleció, al día siguiente nos tocó asistir al funeral. El hombre tuvo seis hijos y su esposa obviamente estaba destrozada. Por ello fue que pensamos en establecer la recaudación de fondos en internet, para ayudar a esa familia.
LYNDSAY: A los policías de Zacatecas les pagan, según oímos, unos 15 mil pesos al mes, que son unos mil 300 dólares canadienses. Cuando mueren, creo que obtienen algún tipo de pensión, pero ya sabes, no es tan significativo. Hay qué ver que están haciendo estos policías, luchando contra personas muy peligrosas.
BRADEN: Quiero dejar muy claro que para los policías heridos y el que lamentablemente murió, así como para sus familias, sólo tenemos agradecimiento. Ellos pudieron llevarnos a un lugar seguro y, por lo tanto, sentimos que la recaudación de fondos es lo mínimo que podemos hacer para tratar de hacer algo bueno por la comunidad y por los oficiales que arriesgan sus vidas.
LYNDSAY: Sí, a pesar del robo que sufrimos, tenemos claro que tuvimos la fortuna de contar con policías allí, de inmediato, para apoyarnos.
¿Mantienen contacto con las autoridades mexicanas para la eventual localización de su vehículo? ¿Qué expectativas tienen al respecto?
BRADEN: Sí, tenemos contacto con las autoridades de Zacatecas. Tenemos esperanza, pero sin duda, mientras más tiempo pasa, sabemos que es menor la probabilidad de que lleguemos a recuperar lo perdido.
¿Desean agregar algún comentario?
BRADEN: Me gustaría decir que tanto el gobierno de Cuauhtémoc como el estatal de Zacatecas se portaron de manera increíble con nosotros. Después del asalto, nos alojaron en un hotel y nos dijeron que podíamos quedarnos todo el tiempo que necesitáramos mientras lográbamos reponer nuestros pasaportes. Inclusive, nos apoyaron con un viaje a la Ciudad de México, para poder tramitar pasaportes en la embajada de Canadá.
LYNDSAY: Los del gobierno de Zacatecas fueron muy gentiles, nos pagaron nuestra comida, nos llevaron en auto a los lugares que necesitamos, hasta me compraron un cepillo para el cabello. Parecieran cosas pequeñas, pero fueron muy grandes para nosotros y nos gustaría agradecérselos de manera pública.
BRADEN: Acabo de leer en internet que la policía y el ejército comenzaron operaciones en esa zona de Zacatecas y que han capturado a varias personas. Yo realmente espero que la violencia pueda parar y que todos puedan reanudar sus vidas.
En cuanto a México, sólo podemos externarle nuestro agradecimiento y amor. Unimos nuestros corazones por la gente que vive esta violencia de forma regular y también por la policía que está tratando de mantener a la gente a salvo.
LA MARCHA ANTI-TURÍSTICA DE ZACATECAS
A las 7:00 horas del domingo 23 de abril –apenas 24 horas antes del asalto a los canadienses–, seis viajeros de nacionalidad colombiana, así como dos mexicanos, fueron atacados a balazos sobre un camino de la comunidad de Sierra Vieja, municipio de Villa de Cos, en Zacatecas, resultando la agresión en cuatro muertos y cuatro heridos, entre estos un par de niños.
El ataque ocurrió cuando el grupo de viajeros se dirigía a la frontera norte en una camioneta Toyota de color rojo cuyo chofer, de nacionalidad mexicana, se habría negado a detenerse en un retén que presuntamente operaban miembros de la delincuencia organizada.
Fallecieron por múltiples disparos en la espalda la colombiana Neilis Gómez Cantillo, de 51 años, especialista en administración de servicios de salud de la Universidad de la Guajira; además de su paisano y también universitario Anderson Sánchez Bayona, de 38 años. Los cuatro colombianos lesionados (padre, madre y sus dos hijas) fueron llevados al Hospital General de Zacatecas.
Por lo que toca a los dos muertos mexicanos, tanto el chofer del vehículo como su acompañante, la autoridad evitó divulgar sus nombres, sugiriendo la posibilidad de que se tratara de “polleros” que habrían acarreado a los sudamericanos desde el aeropuerto de la Ciudad de México.
Los caminos zacatecanos no parecieran ser seguros ni para la familia del actual gobernador, David Monreal, cuyo primo (Pedro Ávila) fue recientemente secuestrado en una carretera de Fresnillo, junto con dos empleados de Grupo Modelo.
“Nadie escapa a la inseguridad”, dijo al respecto el senador morenista Ricardo Monreal, una vez que se diera a conocer la liberación del primo Ávila y de sus acompañantes, luego de estar durante once días en poder de un grupo de maleantes que aún se dio el lujo de “regar” su ruta de escape con decenas de “poncha-llantas”, a fin de evitar que la autoridad pudiera seguirlos hasta su madriguera.
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