Autoría de 1:26 pm #Opinión, Luis Tamayo Pérez - Ecosofía • 3 Comments

Otis en Acapulco: un “desastre artificial” – Luis Tamayo Pérez

Como todos sabemos, la madrugada del 25 de octubre el huracán Otis alcanzó el puerto de Acapulco con categoría 5, la más peligrosa, con vientos sostenidos de 270km/hr y rachas de 330 km/hr… ¡un verdadero desastre! Tres decenas de muertos, muchos más desaparecidos, miles de refugiados y millones de pesos en pérdidas a causa de la destrucción de la infraestructura de una de las ciudades turísticas más importantes del país.

Sabemos también que para los expertos mismos el fenómeno fue inconcebible, durante la tarde del día anterior era apenas categoría 3, al iniciar la noche ya era categoría 4 y pocas horas después, al alcanzar Acapulco ya era categoría 5. La razón del incremento acelerado de categoría lo conocemos bien: el fenómeno del ENSO (El niño), al incrementar la temperatura de las aguas del Océano Pacífico, produjo el incremento de la velocidad del giro del huracán, ocasionando que tocara tierra antes y con intensidad reforzada. En última instancia fue el calentamiento global antropogénico (CGA) —como siempre nos obliga a denominarlo nuestro amigo el Dr. Antonio Sarmiento—, por sobrecalentar las aguas del Pacífico, el principal responsable de la catástrofe. Si hubiera alcanzado el puerto como lo hizo años atrás el huracán Ingrid, el Paulina o el Manuel, hubiera causado daños, pero de ninguna manera en la escala en que lo hizo Otis. Los arquitectos que diseñaron los hoteles de la costera habían hecho bien sus cálculos, pero ¡nadie esperaba vientos de tal magnitud! ¡No en una bahía resguardada como la de Acapulco!

Es ahora cuando nos damos cuenta del grave daño que hicieron las autoridades educativas del país cuando, durante décadas, sólo dieron largas respecto a hacer del tema ambiental un tema transversal que deberían conocer a fondo todos los profesionales de la nación. Un ingeniero civil, un buen arquitecto, que estuviese suficientemente informado de lo que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, la Organización Meteorológica Mundial o el Copernicus Marine Service entre muchas otras instituciones y organizaciones de todo el mundo que vienen alertando, desde hace décadas, acerca de los peores efectos del CGA, hubiese podido evitar el gran sufrimiento que ahora aqueja a innumerables mexicanos.

Desgraciadamente, los problemas ambientales no han quedado atrás. Como indiqué en mi entrega del 4 de junio del año en curso,[1]  el fenómeno de El niño, en los años 2023 y 2024, nos dará una prueba de lo que será el clima “normal” después de la mitad del presente siglo.

Los humanos, si seguimos emitiendo las ingentes cantidades de Gases de Efecto Invernadero que lanzamos ahora a la atmósfera, lograremos la hazaña de ¡desestabilizar el clima de toda la tierra![2]

Tal “hazaña” no acabará con la vida pues virus, bacterias, hongos y algunas otras especies como las cucarachas, harán su agosto en las ruinas que dejaremos. Los humanos sólo acabaremos con las condiciones de vida buena para nuestros hijos y nietos, así como para los de muchas otras especies que ahora acompañan nuestro andar.

Todos los humanos somos responsables, pero los hay principales: las grandes corporaciones ecocidas, esas que, con el único objeto de incrementar su capital lo más rápidamente posible, son capaces de dañar poblaciones y ecosistemas enteros, de producir artefactos innecesarios emitiendo gigatoneladas de gases de efecto invernadero en el proceso.

Son también particularmente responsables esos políticos que, gravemente desinformados respecto al fenómeno del calentamiento global o en vínculos corruptos con las grandes corporaciones ecocidas,[3] consideran que no tenemos otra opción que consumir combustibles fósiles y, tal y como en nuestro país hicieron Rocío Nahle y Manuel Bartlett, ante la coyuntura de optar por invertir en energías renovables, rechazaron la opción por considerarlas “intermitentes”.

Son los habitantes del otrora hermoso puerto de Acapulco los que ahora pagan las consecuencias de que el país haya contado con tan malos responsables como titulares de las secretarías de educación, medioambiente y energía. Y no sólo los que han ocupado tales secretarías en este sexenio sino en buena parte de los anteriores. Aunque es menester señalar que la administración actual si “se lució” en este sentido pues no sólo liquidó al corrupto Fonden (no sin antes atraer a sus filas al exdirector del mismo, candidato por Morena a la alcaldía de Querétaro[4]) sino que desapareció al INECC que tan bien dirigía Amparo Martínez y ha dejado a la Semarnat no sólo sin fondos sino sin la capacidad de vigilar los dos “proyectos bandera” de la administración actual: la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, ¡y no sabemos cuál de tales proyectos es más ecocida!

La catástrofe ocurrida en Acapulco no fue un “desastre natural”, fue un “desastre artificial”: fueron nuestro extractivismo y nuestro consumismo, nuestra corrupción y avaricia, los que generaron las condiciones que propiciaron la catástrofe.  Los artífices hemos sido todos… aunque, como indiqué antes, hay responsables principales: las grandes corporaciones ecocidas y sus políticos asociados.

Y si todos compartimos la responsabilidad, a todos nos toca, en consecuencia, dar ahora la mano. Sólo esperemos que el gobierno de Evelyn Salgado —pues por orden presidencial será quien él indique quien entregará las donaciones a los afectados— no “se pare el cuello” con la ayuda que enviaremos todos los mexicanos. Es una vergüenza que en nuestro país se saque raja política del sufrimiento de nuestros congéneres.


[1] La lupa, Ecosofía, Tamayo, Cuando el destino nos alcanza, El niño 2023: https://lalupa.mx/2023/06/04/cuando-el-destino-nos-alcanza-el-nino-2023-luis-tamayo-perez/

[2] Dixson-Declève, S. et al. (2022), Earth for All, Canada: New Society.

[3] Cfr. Tamayo, El crimen perfecto, Nandela, 2021.

[4] Durán y Buendía, AMLO liquida al Fonden pero su exdirector hace negocios con la 4T, Mexicanos contra la corrupción (26.10.2023): https://contralacorrupcion.mx/amlo-liquido-el-fonden-por-corrupcion-pero-su-ex-director-hace-negocios-con-la-4t-y-negocia-candidatura-con-morena/

AQUI PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “ECOSOFÍA”, LA COLUMNA DE LUIS TAMAYO PARA LALUPA.MX

https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/luis-tamayo-perez-ecosofia/

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Last modified: 29 octubre, 2023
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