ENTREVISTA: JESÚS ARRIAGA/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Fanática de las películas de acción, así como de Iron Man y Hulk, Arlette Santiago Gopar, policía estatal desde hace 11 años y ganadora del reconocimiento al Policía del Año 2023, dice que en su profesión el riesgo y el miedo siempre estarán ahí, pero con preparación y las herramientas adecuadas puede realizar de manera cabal su labor de protección a la sociedad.
Con 33 años de edad y una maestría en Derecho penal, señala que “este año tuve la fortuna y el honor de ser la representante de Policía del Año. Todo fue en la ceremonia del 5 de diciembre, cuando nos enteramos que gané el primer lugar. Me siento muy orgullosa de este logro”.
Anteriormente, indica, ya había participado, desde la novena edición del Policía del Año, y este 2023 le correspondió el premio.
Dice que viene de una familia de policías. Su padre fue elemento de la Policía Estatal y “el amor, el respeto, la admiración que veía desde casa fue lo que me inspiró a ser policía”.
Comenta que es difícil ser policía cuando se es mujer, pero cuando se tiene el apoyo de la familia y se trabaja en equipo las cosas pueden salir bien.
Madre de tres hijos, una adolescente de 14, un niño de 12 y otro niño de nueve años, dice que sus vástagos están orgullosos de este reconocimiento que recibió. “Es un logro que se venía trabajando en equipo desde casa. Mi esposo también es policía, entonces ya lo habíamos vivido hace dos años. Mi esposo llegó a ser finalista en Policía del Año, en 2021, entonces este premio mis hijos lo esperaban con ansias”, indica.
Arlette expresa que cree que sus tres hijos quisieran ser policías, aunque ellos, sus padres, los guían hacia otras carreras, pues a ella no le gustaría que cuando sus hijos fueran grandes no estuvieran presentes en una cena de Navidad porque están trabajando. Esos son los sacrificios que se hacen cuando se es policía, se pierden fechas especiales, como Navidad, año nuevo, cumpleaños, Día de la madre, del padre, festivales en la escuela que se tienen que dejar por cumplir el deber, narra.
“Te acostumbras. Mis hijos están malamente acostumbrados a que en estas fechas papá y mamá es cuando tienen más carga laboral. Dejamos a los niños con mi suegra o con mi mamá. Mis suegros son importantes porque son el apoyo que tenemos cuando en estas fechas nos toca laborar.
Mi mamá y mis hermanas son también quienes se hacen cargo de mis hijos y me ayudan con este cuidado cuando ninguno de los dos podemos estar al frente de ellos”.
A pesar de venir de una familia de policías, dice que cuando le comunicó a su padre su decisión de incorporarse a la fuerza a él no le gustó, pues tenía otras metas y proyectos para ella y porque sabía lo sacrificado y riesgoso del trabajo policial. Sin embargo, con el tiempo comprendió, y ahora, con la superación que ha experimentado en su carrera policial y con el premio de este año, le deja una satisfacción. Su mamá, dice, siempre la ha apoyado, además de que Arlette tiene otra hermana policía, por lo que su progenitora las respalda.
“Este es un trabajo donde vives el día a día con un riesgo extremadamente grande, pero también es algo en lo que hemos trabajado para cuidarnos, prepararnos. Eso no te hace inmune, pero te da herramientas para saber actuar. El riesgo siempre va a estar. El miedo siempre va a existir. El día que una persona pierda el miedo ha perdido todo. Entonces el miedo siempre va a estar presente, pero con la bendición de Dios vamos a llegar a casa”, dice.
La carrera policial de Arlette se vio marcada cuando apenas tenía seis meses en el servicio, pues, recuerda, tuvo la desgracia de ver morir a una persona por un accidente de tránsito. “Yo creo que eso es lo que me ha marcado hasta el día de hoy, el ver morir a alguien”.
Apunta que tener a su esposo en la misma profesión es una ventaja, por la comprensión que pueden tener, aunque en casa tratan de no hablar tanto del trabajo, pues trabajan jornadas de 24 por 24. En su descanso trata de ser sólo mamá y escuchar las historias chuscas de los hijos. Trata de balancear su vida, que no todo gire en torno a su trabajo.
Agrega que la mejor manera de relajarse es la convivencia familiar, visitar a los papás, a los suegros, a los tíos, sobrinos, pasar el tiempo juntos.
Además, en su caso, es amante del cine, y cuando se disfruta en familia es mejor. Dice que le gustan las películas de acción.
“La película que me encanta y vería toda la vida sería SWAT. Soy amante de las películas de Marvel, soy fanática de Iron Man y de Hulk. Son las películas que podría ver una y otra y otra vez. También me gusta el lado romántico, pero me inclino más a la acción”, enfatiza.
Arlette subraya que como mujer tiene que dar el 200 por ciento para ser policía, porque la responsabilidad que tienen las mujeres es más pesada.
“Creo que las policías actualmente, en el estado y a nivel nacional, necesitan ese equilibrio de la mujer para poder llevar a cabo un mejor servicio”, enfatiza Arlette quien además ha dado capacitaciones a policías michoacanos.
