HISTORIAS: PATRICIA LÓPEZ NÚÑEZ/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
La vida de Judith cambió drásticamente. Antes hacía hasta una hora 20 minutos de su casa a sus actividades, ahora tarda 20 minutos en llegar a su destino, gracias a la intervención en Paseo 5 de Febrero. Al igual que otros usuarios, sostiene que la obra la benefició porque ahorra tiempo, se siente más segura y la vialidad ya no se inundó con las últimas lluvias.
El Paseo 5 de Febrero implicó la reingeniería vial de 5.7 kilómetros, con 12 nuevos puentes superiores vehiculares, once pasos inferiores, más de 11 kilómetros de ciclovías y 11 mil metros de banquetas, así como un carril confinado para el Sistema Qrobús, siete estaciones para el transporte público, dos puentes peatonales, al igual que obras pluviales y sanitarias con la habilitación de 12 cárcamos.
Luego de la intervención, ciudadanos que se trasladan por esta zona, o que trabajan en ese lugar, aseguran que hoy se sienten más seguros, llegan más rápido y hay mucha gente que cuida que el sitio se mantenga limpio porque les gusta cómo se ve. Reconocen que antes “sí nos decíamos perjudicados por la obra, con el estrés que vivimos diariamente, (pero) no sabíamos lo que venía después”.
“Ahorro tiempo”
Judith Mendoza terminó su carrera recientemente. La artista visual recuerda que cuando se quitaron los puentes para realizar la obra de Paseo 5 de Febrero, se vio afectada porque “me muevo a todos lados en transporte público y hacía mucho tiempo, más de lo normal pero ahora que ya quedó, se ve muy bonito y es mucho más rápido”.
Antes de la obra, tardaba una hora 20 minutos en llegar de su casa al centro, ahora se ahorra tiempo, solamente tarda 20 minutos, “a veces hasta menos, porque mejoró que hay un carril confinado para los camiones. Además, ya pasan más seguido, en las paradas no se hace tanto caos, también la gente está poniendo de su parte, porque están cuidando que todo esté limpio”.
El transporte, insiste, también mejoró, porque hubo ocasiones que esperaba 40 minutos en la parada y ahora usa la aplicación de Qrobús, así que “ya nada más la checo, cuando veo que va a pasar pues me salgo y ya la tomo, cuando mucho serán 20 minutos”.
Para Judith, las críticas hacia la obra provienen de gente que no usa esta vialidad o no la conoce. Por ello, invitó a la población a conocer la obra, porque “tiene muchos beneficios, ahora te mueves mucho más rápido y se ve muy segura”.
Banquetas y ciclovías con un avance del 90 por ciento
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, la obra en Paseo 5 de Febrero tiene un avance general del 90 por ciento en la construcción de banquetas y ciclovías, como parte de la reingeniería vial de 5.7 kilómetros de esta vialidad.
Además, hay un avance importante en los dos puentes peatonales, el que se encuentra frente a la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y el de 18 de marzo, están al 80 por ciento. En ambos casos se trabaja en la construcción de los elevadores.
También se realiza un paso inferior que conecta Paseo 5 de Febrero con avenida de las Torres. Este sería el último puente que queda por concluir en la obra de reingeniería vial.
En la zona se construyeron dos pasos inferiores en el entronque con Zaragoza, dos en el entronque con Tlacote, un paso inferior a la altura de Galindas, sobre avenida Tlacote, dos pasos en el entronque con avenida Universidad y dos más en el entronque con Epigmenio González, todos en los carriles centrales.
Para facilitar la movilidad, se concluyó el carril confinado para el transporte público y se construyeron siete estaciones de transporte público en las avenidas Zaragoza, Tlacote, Universidad, Epigmenio González, 18 de marzo, La Obrera y la UAQ.
“Ya no se inundó la calle”
El universitario Braulio Maximiliano Torres Ávila señala que todos esos cambios agilizan el tránsito por la vialidad. “Es más seguro y ya no te tienes que preocupar cuando llueve, porque antes el problema, cuando llovía, era que se inundaba y en estas lluvias fuertes no ha pasado. Antes era caminar entre el agua y era muy riesgoso, porque había tráfico lento, si ibas en tu auto, (el agua) se te podía meter al carro, si ibas caminando era muy peligroso, ahora ya no pasó eso, ya no se inundó la calle”.
Lo que más le gusta son los pasos peatonales y las estaciones de Qrobús: “son muy cómodas de usar, al principio sí se movió todo, pero valió la pena la espera, ahora llego más rápido, cuando venía en auto hacía una hora, estas veces hago mucho menos de 30 minutos y en transporte público ya me tardo media hora menos. Los cruces peatonales son muy seguros también”.
Braulio considera que sí hay algo que se debe mejorar: que los automovilistas tengan más cultura vial, para que respeten los señalamientos y a los peatones, además de evitar dar vueltas continuas cuando se indica claramente que deben esperar la luz verde y cederle el paso a los peatones y ciclistas.
“Eso ya es un asunto de nosotros, tiene que ver con la cultura vial y con aprender a usar las vialidades”, insiste el estudiante, porque ahora sí se tiene espacio seguro para los peatones, pero los automovilistas deben sumarse a las nuevas condiciones.
Atención integral a la movilidad
Antes de la intervención en Paseo 5 de Febrero, la mayor parte de las intersecciones tenían puentes superiores en los carriles centrales, no había ciclovía ni se tenía un carril confinado. En algunos puntos, se generaba una larga espera en los semáforos y había zonas susceptibles de inundaciones, como el tramo con Epigmenio González.
Ahora, se cuenta con pasos a desnivel en ambos sentidos para mejorar la movilidad, pasos peatonales a nivel, ciclovía, estaciones de transporte público, carril confinado, banquetas continuas en ambos sentidos, algunas todavía están en construcción y una visión de integralidad en la obra.
La nueva situación ha mejorado también las condiciones en las empresas y comercios de la zona. Jaime Maldonado es empleado en un negocio. “Normalmente salgo por las noches del trabajo, pero en estas fechas, si llovía, para moverte lo tenías que pensar muy bien, porque te podías quedar cuatro o cinco horas atascado en el tráfico”.
Esto cambió con la intervención, porque “hace poquito llovió fuerte y la obra funcionó como se había planeado y pasamos sin ningún problema. Eso me tiene muy contento, También como los autobuses pasan por su carril, pues se mueven más rápido, porque a veces ellos ocasionaban caos vial”.
Algunas veces a Jaime también le tocan los conductores que no respetan los señalamientos, pero eso es porque “nos falta un poquito de cultura vial. Con esta obra pues también hay que aprender a respetar las vialidades que tenemos. Aquí la gente en los comercios está contenta porque tienen un espacio totalmente renovado y se ve mejor hasta para los clientes”.
“A veces sí nos decíamos perjudicados por la obra, con el estrés que vivimos diariamente no sabíamos lo que vendría después. Creo que hay que aprender a esperar para después juzgar el resultado y aquí nos trajeron beneficios a largo plazo”, sostiene.