Mientras que Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara Baja (muy baja), pide la renuncia de Lorenzo Córdova Vianello como presidente del Consejo General del INE, Mario Delgado, dirigente del movimiento de AMLO, se queja de la falta de democracia por parte del mismo funcionario electoral, a razón del acuerdo tomado por el INE para “bajar” toda la publicidad de Morena que promueve “que siga la transformación”.
El INE, que no Lorenzo Córdova, ha tomado diversos acuerdos para detener la embestida publicitaria que llevan a cabo desde la misma presidencia de la república, pasando por funcionarios y simpatizantes de Morena, acciones ilegales prohibidas por la Constitución. Ellos, sin embargo, se quejan de que se coarta la libertad de expresión, tanto de los “ciudadanos” como de los funcionarios públicos.
Bien lo ha dicho y precisado el mismo Lorenzo Córdova, ellos no son quienes acuerdan las prohibiciones, son los mismos legisladores quienes así lo han plasmado en la Constitución y en las leyes secundarias, tanto la del Cofipe como la reglamentaria de la revocación de mandato. Los consejeros simplemente se empeñan en que se respete el marco jurídico.
El problema de fondo tiene muchas aristas. Pero la que más preocupa a quienes hoy ostentan el poder es que pierdan el proceso de “ratificación” que han llevado a cabo desde un inicio, olvidándose de la esencia de la figura de la “revocación de mandato”. Por eso Mario Delgado afirma que ellos van por la “continuidad de la transformación”. ¿Qué tiene eso que ver con la “revocación de mandato”? Absolutamente nada.
De ahí la perversa pretensión de los morenistas al haber emprendido una desenfrenada campaña por la “ratificación” para, una vez más, volver a engañar al “pueblo bueno” y que acuda en masa a demandar que “siga AMLO” al frente de la presidencia. Eso les permitiría redoblar las acciones atroces en contra del mismo “pueblo bueno”, al que le han quitado las escuelas de tiempo completo, el derecho a la salud universal, las estancias infantiles, los apoyos a las mujeres maltratadas, etcétera. La perversidad vestida de inocencia.
Por ello el desenfreno y molestia de morenistas en contra del INE, que sólo busca que todos, incluyendo los delincuentes, respeten el Estado de derecho. Temen ser derrotados, y seguramente así será, perderán el referéndum en marcha: ¡No a la ratificación!
La consulta popular es un fraude que conlleva el endurecimiento de las políticas depredadoras de AMLO y sus huestes. Han cometido más atrocidades los morenistas que todos los gobiernos del pasado. No sólo golpean a la gente más pobre, también luchan por quebrar la economía y van consiguiendo sus objetivos.
Los caprichos de AMLO son un desastre. El Tren Maya no sólo es un desperdicio de dinero público; llevan a cabo un ecocidio que llama la atención mundial. El presidente López ordenó la destrucción del aeropuerto internacional que resolvería el grave problema del tránsito aéreo para, con engaños, hacer creer que el aeropuerto de Santa Lucía sería mejor y a más bajo costo; ominosa mentira. Resultará más costoso y no resolverá los problemas: los agravará.
El viernes pasado el secretario de Gobernación emitió el acuerdo para el tránsito internacional de personas del pequeño y mal planeado aeropuerto internacional. Les urge, dado que Andrés López hará la inauguración el 21 de este mes. La infraestructura vial para llegar al nuevo aeropuerto resulta un costo extra; de ella no dan información. Boicotean las actividades del Aeropuerto de la Ciudad de México para obligar a usar el de Santa Lucía. Las líneas internacionales aún no usarán las instalaciones de Santa Lucía, por la inseguridad del espacio aéreo. Para los usuarios, será más costoso llegar al nuevo aeropuerto.
Ni la invasión de Rusia a Ucrania da credibilidad a las declaraciones de AMLO, en el sentido de que México será autosuficiente en la generación de gasolinas; por lo pronto, ya subsidia el impuesto que se les aplica, abriendo semejante boquete en las finanzas públicas aún no calculable, todo para no generar más molestias a los consumidores y que rechacen más las políticas depredadoras del gobierno de la transformación, menos ahora que está en campaña para su “ratificación”.
Y en política exterior por los suelos. AMLO desacredita al secretario de Estado norteamericano, derivado de la inseguridad que vive México y afecta la seguridad de los EUA; luego las irreverentes propuestas de embajadores de México, para seguir con los eurodiputados a quienes calificó de “borregos”. Un presidente que avergüenza a los mexicanos.
Debido a estos y más desastres, los morenistas están desesperados por su campaña de “ratificación”, para que siga la transformación, como dice Mario Delgado, a la par que Gutiérrez Luna pide la renuncia de Lorenzo Córdova. AMLO y los morenistas no quieren perder su “elección”, pero, ¡perderán por tramposos!
