Desde su fundación (1999), el partido político Movimiento Ciudadano (MC), que dirige el expriista Dante Delgado Rannauro, ha obtenido resultados electorales marginales, por debajo de los 10 puntos porcentuales del total de la votación.
Nada extraordinario ni indicador de que sea una de las principales formaciones partidistas. Su máximo histórico lo alcanzó en la elección de 2021, al sumar 7.01 por ciento de votos.
Sus números, sin embargo, han ido en aumento a partir del año 2000, cuando se alió con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT), el Partido Alianza Social y con el Partido de la Sociedad Nacionalista. En esa ocasión apoyó la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
La coalición Alianza por México obtuvo 16.64 por ciento de la votación presidencial. Convergencia por la Democracia (como se denominaba entonces este partido) colocó tres diputados plurinominales.
Su historia ha seguido el mismo derrotero. En los comicios de 2003 logró 2.34 por ciento de la votación total. En 2006 Convergencia participó junto al PRD y PT postulando a López Obrador, mientras que en el 2009 obtuvo 2.49 por ciento de los votos totales.
Tres años después, en 2012, logró 4.26 por ciento y fue aliado de PRD y PT en la candidatura presidencial, nuevamente de Andrés Manuel López Obrador.
En 2015 incrementó su caudal de sufragios al llegar a 6.44 por ciento, pero se redujo a 4.6 por ciento en los comicios de 2018, cuando participó en la alianza Por México al Frente (PAN, PRD y MC), que postuló a Ricardo Anaya Cortés a la presidencia de la república.
En 2021 alcanzó 7.01 por ciento del total de sufragios.
Insisto, nada extraordinario.
Aliados ¿con quién?
Con este magro historial, la dirigencia nacional de MC, reunida en la Ciudad de México la semana pasada, vendió dos historias que no tienen asidero real.
Una afirmada por el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, quien aseguró que, de acuerdo con el estudio que conocieron en dicha reunión, MC es la segunda fuerza política en el país, sólo después de Morena, lo que es falso.
La otra, esgrimida una y otra vez por su dirigente Dante Delgado, que su única alianza ha sido y seguirá siendo con el pueblo.
Son verdades ficticias, pues si así fuera este partido tendría niveles de votación más elevados, no tan bajos que no alcanzan ni 10 por ciento.
MC ha apoyado la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (PRD), de Ricardo Anaya Cortés (PAN) y de Andrés Manuel López Obrador (PRD y Morena). Es decir, ha sido aliado de uno u otro bloque partidista.
Al mejor postor
Su dirigencia nacional acordó postergar hasta septiembre la definición de su candidatura presidencial, justo cuando Morena y sus aliados, así como la alianza del PAN con PRI y PRD, ya tengan abanderados.
Bajo el contexto arriba descrito, MC tratará de “negociar” con ambos bloques la posibilidad de sumarse a uno de ellos. Su promedio de cinco por ciento de votos puede ser la diferencia entre ganar o perder.
Esta opción tiene alta probabilidad de suceder, puesto que la senadora Patricia Mercado, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, y el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, –todos ellos prominentes integrantes de MC– han declinado asumir su candidatura presidencial.
Sin cuadros políticos destacados para ocupar la candidatura y con la presión de definir su política de alianzas, a MC le queda la opción de sumarse a un bloque o esperar a que un político como Marcelo Ebrard rompa con Morena y asuma la candidatura, lo que a este partido podría redituar en algunos puntos porcentuales más de votos que lo lleven a romper su techo histórico. Pero nada más.
Lo que sí tendrá oportunidad de lograr es su trascendencia histórica.
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Con 99.31 por ciento de votos contados en las elecciones de España, el Partido Popular (de “derecha”) obtiene 136 escaños en la cámara de diputados. El Partido Socialista Obrero Español (de “izquierda”) sumaría 122.