Autoría de 1:37 pm #Opinión, Josué Méndez Ruiz – Azul casi morado • 3 Comments

Yahritza no tiene esencia – Josué Méndez Ruiz

Desde la semana pasada, las redes sociales se han llenado de insultos y burlas hacia una agrupación musical conformada por tres hermanos estadounidenses de origen mexicano: Yahritza y su esencia. En general, en los medios de comunicación y los comentarios de usuarios de redes sociales prepondera la descalificación hacia las declaraciones que Yahritza, Armando y Jairo Martínez hicieron sobre su viaje a la Ciudad de México, ya que manifestaron falta de agrado por la comida y el ruido de la metrópoli:

“No me gusta cuando me levanto o me estoy durmiendo porque se escuchan como los carros y las sirenas de los policías y todo, pero sí me gusta aquí, está bonito”, dijo Yahritza, de 16 años, en una entrevista.

“No me gusta mucho la comida aquí, me gusta más de donde vivimos. Allá en Washington (el estado) la neta le dan un sazón que sí pica y sabe bueno”, afirmó Armando, de 25 años.

Jairo, de 18 años, completó las ‘polémicas’ declaraciones al decir que: “Para mí también es la comida, porque yo soy bien delicado y pues casi nomás como chicken, puras alas, también que no tengan chile, no me gusta nada de eso”.

Estas tres frases fueron suficientes para que una oleada de memes y videos degradantes les llovieran a los hermanos, ridiculizándolos por manifestar aquello que no disfrutaron, específicamente, en la Ciudad de México.

Cabe destacar que hablaron de sus gustos, no ofendieron la comida o el ambiente de la capital del país, sino comentaron qué situaciones no son ideales para ellos. Recordemos además que estos tres jóvenes no crecieron en México, su lengua materna es el inglés y su hogar está en el estado de Washington, al noroeste de la Unión Americana.

Destaco esas ideas porque las agresiones que pululan en internet las ignoran por completo y tienen fuertes connotaciones racistas, al igual que una defensa nacionalista que se acerca al nazismo. A continuación, una muestra muy representativa de la calidad de los comentarios:

¿Por qué si los integrantes de Yahritza y su esencia sólo opinaron de aquello que no les gusta de la Ciudad de México pasaron a ‘odiar’ o renegar de México?

Irónicamente, estas respuestas hostiles responden a una noción de ‘esencia cultural’ sobre las personas. Estos agresores de internet creen que porque los hermanos Martínez tienen un fenotipo que relacionan con las clases populares de México deben consumir lo mismo que ‘le gustaría al barrio’ (como si eso se pudiera establecer con exactitud), o al menos callarse cuando algo ‘del barrio’ no les guste (de perdis que se avergüencen por no encajar en el molde).

Sin embargo, a Yahritza, Armando y Jairo no les ‘tienen’ que gustar los tacos, las garnachas ni el ruido ensordecedor perenne de la Ciudad de México. Ellos crecieron en la pequeña ciudad de Yakima, no en una enorme urbe mexicana que, recalco, es sobre la que hablaron, no sobre el país. Es completamente entendible que sus gustos culinarios no se hayan moldeado en los tianguis o mercados chilangos y que la agitación de la CDMX les parezca sobrecogedora.

Personalmente, no encuentro nada grosero en las aseveraciones de los hermanos Martínez, ni siquiera “desafortunado”, como eufemísticamente expresaron algunos medios para no contradecir las furiosas y estúpidas respuestas de muchos connacionales.

Me parece triste que, en un intento por rescatar popularidad, Yahritza y su esencia hayan ofrecido disculpas por un error que no fue tal; quizá lo podríamos considerar un descuido de comunicación pública, por pasarse de honestos ante un tema ‘delicado’, pero no obvio para una joven de ¡16 años!, a la cual han insultado peor que a muchos adultos que sí dañan moral o físicamente a la gente, pero ‘hablan bonito de México’.

Algunos seudocomunicadores incluso festejaron la extraordinaria caída de seguidores en Instagram de la agrupación.

Los tuits y otros contenidos similares a los mostrados me aterran, porque demuestran la hostilidad fanática de tantas personas cuando gente como Yharitza y sus hermanos no corresponden con un ‘deber ser’ por su apariencia y el origen de sus padres; pero la configuración de la cultura de una familia o individuo no se limita a sus ancestros, menos en los casos de hijos de migrantes. En la cultura, las esencias no existen.

AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “AZUL CASI MORADO”, LA COLUMNA DE JOSUÉ MÉNDEZ RUIZ PARA LA LUPA.MX

https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/josue-mendez-ruiz-azul-casi-morado/

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Last modified: 11 agosto, 2023
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