ENTREVISTA: JESÚS ARRIAGA/LALUPA.MX
FOTOS: RICARDO ARELLANO/LALUPA.MX
Para ser ciudadano con vocación de policía, primero se tiene que ser ciudadano y sobre eso tener la vocación de servir, dice Mario Guerrero Núñez, policía tercero de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro (SSPMQ), segundo lugar del certamen Policía del Año 2023, quien reflexiona sobre la labor de los policías, quienes deben mostrar empatía con la sociedad, para que ésta se sienta apoyada por sus oficiales, en una relación circular de confianza.
Actualmente, señala, trabaja en la zona que comprende Juriquilla y Santa Rosa Jáuregui. En la policía municipal de Querétaro tiene 18 años, cumplidos el 1 de diciembre pasado.
“Afortunadamente tengo una vocación desde pequeño. Vengo de una comunidad rural. Mi mamá me trajo aquí, a la ciudad de Querétaro. Vi formados a varios policías, cuando tenía cuatro o cinco años. Desde ahí recuerdo que me nació el querer ser policía cuando fuera grande. Sueño que vi realizado una vez siendo adulto”, narra.
Indica que antes de entrar a la policía de la capital queretana, en el 2000 ingresó a la Policía Estatal, pero por cuestiones personales dejó el servicio, regresando a la policía capitalina tras un año alejado de la actividad de seguridad.
Cuando solicitó ingresar a la policía capitalina dice que fue recibido de buena manera, realizando los exámenes de rigor, los cuales no se le hicieron difíciles, pues “cuando se quiere y se tiene el interés todo se facilita porque uno le pone el mayor empeño y se esfuerza uno”.
Mario narra que su jornada laboral es de 12 por 24, ya sea entrando a las seis de la tarde o a las seis de la mañana.
“Cuando entro a las seis de la mañana, llego 15 minutos antes, para que a las seis en punto ya haya pasado lista, esté armado, y haya recibido la unidad para dirigirme a patrullar la zona que se me asigne”, explica.
Mario se enfrenta en su jornada a dos zonas totalmente diferentes. Una, Juriquilla, con alto poder adquisitivo, y por otro lado la zona rural de Santa Rosa Jáuregui. Agrega que no es que Santa Rosa sea más conflictiva, pues los problemas existen en todos lados, pero para eso es necesaria su presencia, para resolver los conflictos cuando se presentan.
Precisa que Santa Rosa Jáuregui, al ser una zona rural tiene sus complicaciones, principalmente en los tiempos de traslado, pues las comunidades están separadas unas de otras y por las distancias es complicado llegar rápido a una emergencia.
Mario ha vivido experiencias únicas como policía. Recuerda especialmente dos, cuando salvó la vida de dos mujeres, en diferentes acciones, que intentaron acabar con su existencia.
Una fue cuando Mario estaba en la zona de la colonia Amalia Solórzano. Les reportaron una riña familiar. Llegaron al inmueble. Ahí, una mujer se había encerrado en el baño. “Cuando pude abrir el baño ya estaba desmayada y se había puesto una agujeta en el cuello y de un toallero estaba suspendida, se había sentado para intentar suicidarse. Logré levantarla y cortar la cuerda.
“En otra ocasión, en el puente peatonal del IMSS (en 5 de Febrero), una chica estaba intentando quitarse la vida. Un paramédico estaba tratando de contenerla. Llegué para ayudar al paramédico, porque ella ya había brincado la valla del puente y estaba sobre un anuncio publicitario”.
Al paramédico le estaba costando trabajo porque era una chica grande. Cruce con ellos y ayudé a regresarla al puente. Son cuestiones muy satisfactorias haber ayudado a salvar la vida de esas dos chicas”, destaca.
Con voz pausada, Mario subraya que su familia está muy contenta con su premio. Sus hijos están felices de que su padre sea policía y que haya ganado el segundo lugar en el certamen del Policía del Año 2023.
Comenta que cuando les notificó que estaba en la final sus hijos, una niña de 14 años, un niño de 10 y otro de cuatro años, se pusieron felices con él y le dijeron que ya era ganador, sin importar el lugar en el que quedara, pero por el hecho de llegar a la final ya era un campeón. De igual manera su esposa lo abrazó y lo ha estado acompañado en este proceso.
Añade que su hijo menor sí muestra interés en ser policía. Su hija mayor quiere ser ingeniera y su otro hijo dice que quiere ser licenciado en Derecho, como su papá, pues él es abogado de profesión.
Los tiempos han cambiado. Ahora para ingresar a la SSPMQ se requiere nivel mínimo de bachillerato. La misma secretaría brinda la carrera de técnico superior universitario en seguridad pública. Actualmente se tiene la licenciatura en Seguridad pública. Mario estudió la licenciatura en Derecho, gracias al apoyo y facilidad brindadas por la corporación. Dice que eso repercute en una mejor atención a la ciudadanía, pues al tener mayores conocimientos tiene más herramientas para servir a la sociedad.
Destaca que es muy importante contar con estas herramientas para no sólo actuar con fuerza, sino también como mediadores, como solucionadores de problemas.
“La secretaría, al igual que el municipio, siempre se han preocupado por darnos capacitación en temas de derechos humanos, en temas de empatía, en relaciones interpersonales. El año pasado fui a un curso, en el cual nos enseñan a tener empatía con las personas y entender que a veces algunas faltas que cometen no son de una manera deliberada, y pues ver esa parte humana. Antes de ser autoridad, está el ser humano y tratar de compensar o mediar esa situación por la que está pasando una persona, pues no todo se soluciona arrestando”, enfatiza.
La policía, puntualiza, no está para espantar a la ciudadanía. La policía está para crear empatía y respaldar a la ciudadanía, tratarla con sentido humano.