Autoría de 2:43 pm #Opinión, Columna invitada

Buenas y malas para nuestro cine – Víctor Ugalde

En estos días, me encontré un documento de Fundar, Centro de Análisis e Investigación, titulado Presupuesto federal para cultura, en el cual elaboraron algunos cuadros estadísticos que, sin intención manifiesta, desmienten lo propalado en el 2023 por el Imcine.

El artículo se centra “en la reducción del presupuesto en cultura a nivel federal en los últimos años, misma que representa un retroceso en la garantía de los derechos en el acceso a la cultura y nos pone lejos de los niveles de gasto de otros países”.

El documento presenta un breve análisis de la evolución del gasto ejercido y aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) a cultura en México desde su clasificación funcional y administrativa, así como sus principales programas presupuestarios y fideicomisos públicos relacionados al sector cultural. A continuación tomaré sólo los dos cuadros que se refieren al cine.

Disponibilidad de fideicomisos y mandato extintos relacionados con temas culturales

Fuente: Elaboración propia (Fundar) con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). 

Lo que nos da los siguientes promedios.

Fuente: Elaboración propia (Fundar) con información de la SHCP.

Si comparamos los presupuestos anuales hasta el 2019 con lo ejercido por el Focine del 2021 al 2023, tendríamos que el presupuesto para el apoyo de películas es menor en 84 millones de pesos por año, y mucho menor si sólo lo comparamos con el gasto ejercido en la producción de largometrajes.

*Cuadro elaborado por el Observatorio Público Cinematográfico con datos proporcionados por Imcine vía transparencia a un ciudadano cineasta. Notas: 1.- Cifras redondeadas en millones de pesos. 2.- El PEF asignó una partida extraordinaria de 85 millones de pesos para cubrir adeudos anteriores.

En los últimos tres años, el apoyo del Focine ha sido de 101.1 millones de pesos (mdp) al año, en promedio, para sus once o doce convocatorias, y para la producción de películas sólo existieron apoyos por un total de 170.8 millones de pesos, lo que equivalió a un promedio de 56.9 mdp al año. Cantidad mucho menor a la que se otorgaba a través de los dos fideicomisos extintos, que fue de 185 millones al año, a lo que habría que agregar los retornos por la explotación de las cintas, más lo recaudado por la clasificación de películas y los intereses bancarios generados. Hecho que desmiente, en automático, las afirmaciones que realizó la titular del Imcine a través de los medios durante el año pasado.

Focine: Apoyos a películas de largometraje

Cuadro elaborado por el Observatorio Público Cinematográfico con datos proporcionados por Imcine, vía transparencia. Notas: 1.- Presupuesto ejercido del Focine. 2.- Cifras redondeadas en millones de pesos. 3.- No se tomaron en cuenta los montos de las cintas en continuidad por estar contabilizadas en los periodos anteriores. El monto restante de las mismas fue de 27 mdp.

Conocido es que sin presupuesto suficiente no hay forma de ejercer el derecho a la cultura en industrias tan caras y complicadas como el cine y el audiovisual, y su acceso es fundamental para garantizar la vida digna de las personas. Lo anterior de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), que en su observación general 21 señalan que la cultura en todas sus manifestaciones es parte intrínseca del ser humano y configura su identidad. En México este derecho se establece en el artículo 4° constitucional, que señala: “Toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el Estado en la materia, así como al ejercicio de sus derechos culturales”.

La política de AMLO, de recortar presupuestos a la mayor parte de las dependencias federales para reasignar estos “supuestos ahorros” a las dependencias encargadas de la seguridad y a sus mega proyectos, está ocasionando un problema muy grande: que la mayor parte de nuestras instituciones se vuelvan inoperantes y sus burocracias cobren sin trabajar, ya que no hay presupuesto para desempeñar las funciones sustantivas dictadas por la ley. De por sí, siempre hemos criticado que la mayor parte de las dependencias de cultura usan el 85 % para gasto de empleados y sólo destinan el 15 % a sus funciones sustantivas. Ahora la mayor de las dependencias federales ni eso.

¿Puede la Dirección de Cinematografía supervisar y autorizar las más de 1,500 películas y audiovisuales que le presentan al año con sólo una docena de empleados? ¿Pueden vigilar el cumplimiento de la Ley Federal de Cinematografía (LFC) en todas las etapas de la cadena productiva? De antemano la respuesta es ¡NO! Por esto, Cinematografía no ha multado a los violadores de la ley en años y este ordenamiento se ha vuelto letra muerta en vías de hecho. De igual manera, la Profeco y la Cofece no cuentan con personal ni recursos para vigilar que no existan malas prácticas comerciales ni abusos por presencia dominante ni competencia desleal en contra del cine mexicano, que tanto nos afectan y nos arruinan cotidianamente. Y así podríamos extendernos hasta el infinito, y siempre la respuesta será ¡NO! ¡Falta presupuesto!

Afortunadamente, para el Imcine hay buenas noticias para el 2024. Este año sí contará con un incremento real de 85 millones de pesos que el Congreso de la Unión le autorizó. Este incremento presupuestal se debe, en parte, a los tiempos electorales y también a un error inercial de incremento automático por parte de la Cámara de Diputados[1]. Con este dinero podría pagarles, y bien, a los jurados de sus diversas convocatorias. Así dejarían de solicitar jurados sin experiencia que les trabajen gratuitamente, mientras la burocracia cobra puntualmente. También se podrían incrementar los montos de los apoyos a filmes de largometraje, mismos que actualmente rayan en lo ridículo, tal y como lo demuestra el cuadro anterior, o se utilice el apoyo para incrementar el número de proyectos de largometrajes aprobados.

Por último, se podría incrementar el número de guiones apoyados para mejorar su calidad, ya que los treinta y tantos en promedio anual que se apoyan resultan insuficientes. Así se podría acceder a las salas comerciales y empezaríamos a recuperar el público que ha perdido la presente administración. De los 154.6 millones de asistentes a nuestro cine captados en el sexenio peñista se cayó a 62.9 millones en este sexenio. En parte por la pandemia, y por otra parte debido a las malas prácticas comerciales de la Motion Picture Association (MPAA), así como la selección de proyectos inviables, tal y como se muestra en el siguiente cuadro, pero de esto hablaremos en una próxima entrega.

Asistentes a películas mexicanas

Cuadro elaborado por el Observatorio Público Cinematográfico Rafael E. Portas con datos de Nilsen, Rentrak, Comescore, Anuarios de Imcine e información propia. Datos en millones de espectadores. Los datos del 2023 son preliminares y fueron proporcionados por Canacine.

Por último, esperemos que la SHCP respete lo dictaminado por el legislativo y cumpla la ley, y no se le vaya a ocurrir un recorte arbitrario tal y como acostumbra. Continuará…


[1] En el 2023 la Cámara de Diputados aprobó un apoyo extraordinario de 85 millones de pesos para que el Imcine cubriera pagos pendientes de años atrás de los fideicomisos. Para el 2024, la Cámara otorgó un incremento inercial partiendo de lo aprobado en el 2023.

Víctor Ugalde es presidente del Observatorio Público Cinematográfico

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Last modified: 23 enero, 2024
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