Autoría de 1:47 am #Destacada, Amílcar Salazar - Filo rojo • 2 Comments

Tatiana, la mexamericana que fue baleada por agentes gringos… en México

HISTORIA Y EDICIÓN FOTOGRÁFICA: AMÍLCAR SALAZAR/LALUPA.MX

Los gobiernos de México y EU se culpan mutuamente por los dos balazos que recibió en el hombro y brazo derechos la presunta autoviuda texana Clara Jassmin Ledward, alias Tatiana Licon, durante un operativo efectuado el pasado 29 de julio en la ciudad fronteriza de Ojinaga, Chihuahua.

El día en que la balearon, Tatiana estaba acompañada por su amigo David Jennings, quien contó el incidente a lalupa.mx

Tatiana se ocultaba en México de la policía de Odessa, Texas, autoridad que buscaba detenerla por ser sospechosa del homicidio de su esposo, el electricista Jacobo Dale Ledward, de 25 años, cuyo cuerpo fue localizado dentro de un desolado domicilio conyugal.

En el operativo para arrestar a esta madre de familia de 31 años habrían participado agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, policías ministeriales de la Fiscalía de Chihuahua (FCH) así como elementos de la Guardia Nacional y de la Sedena.

En el operativo para capturar a Tatiana participaron agentes del FBI, ministeriales de Chihuahua y de la Guardia Nacional

Mientras que medios chihuahuenses como el Dictamen de Ojinaga difundieron la versión de que la fugitiva “fue baleada en México por agentes federales de EU”, la policía de Odessa deslindó a su país del incidente, afirmando: “Clara Ledward fue detenida por autoridades mexicanas (…) durante su arresto, sufrió heridas de bala que no amenazaron su vida”.

Pero la versión de que agentes del FBI lesionaron en territorio nacional a una mexamericana acusada de matar a su cónyuge se hizo viral en Ojinaga, sin que autoridades municipales, estatales o federales la confirmaran o desmintieran.

Otra hipótesis, en el sentido de que los agresores de Tatiana no fueron los estadounidenses, sino los mexicanos de la Policía Ministerial de Chihuahua también fue manejada por la prensa local, misma que en los últimos meses ha dado cuenta de diversas arbitrariedades cometidas por dicho cuerpo de élite creado en 2019 por el ex gobernador Javier Corral.

A mediodía del jueves 29 de julio, Tatiana iba acompañada por su amigo David Jennings, un joven chihuahuense que fue cuestionado por este espacio periodístico y quien dijo residir en Ojinaga y trabajar en el país del norte.

Jennings supone que su amiga fue baleada “con toda mala intención”, ya que ―según afirma― la joven no portaba armas ni pretendió huir. El objetivo de herirla ―según su percepción― habría sido evitar averiguaciones ministeriales en México al trasladarla de urgencia a un hospital de Alpine, Texas ―tal y como ocurrió dos horas después, cuando la policía del condado de Brewster la puso bajo arresto mientras los médicos le curaban las heridas―.

Con dos tiros en un brazo, Tatiana fue trasladada de un hospital mexicano a uno de Texas, donde la esperaba la policía

lalupa.mx dio seguimiento a este caso que a mediados de abril próximo será presentado al juez Ronald Griffin, de la corte oeste de Texas. El magistrado abrirá un juicio que podrá revelar que agentes de EU siguen ingresando a México “como Andrés por su casa”, retomando palabras del presidente López Obrador cuando dijo que impondría nuevas reglas para la actuación de policías extranjeras.

EL ESCAPE DE TATIANA

Desde que era niña, a Clara Jassmin le gustaba usar el mote de Tatiana, inspirado en la conocida cantante mexicana. Tres décadas después, el apodo se convertiría en un alias con el que se le identificaría en la página de los fugitivos más buscados del FBI.

Días antes del domingo 16 de mayo de 2021 (fecha en que la policía encontró el cadáver del esposo), Tatiana acomodó a sus dos hijos en el asiento trasero de su auto y a toda prisa se puso al volante para escapar de la ciudad que la vio nacer el 8 de agosto de 1991 y en donde nacieron sus niños.

Ella tuvo a sus hijos con un rapero aficionado con el que se casó siendo adolescente, divorciándose cinco años después porque, según dijo en las redes sociales, perdió la paciencia. En enero de 2018 buscó renovarse casándose con Jacob, el electricista al que presuntamente terminó matando.

El cuerpo del esposo fue descubierto por dos patrulleros de Odessa que previamente buscaban localizarlo en las cercanías de la casa rodante en que vivía.

El cuerpo del electricista Jacob Ledward fue encontrado dentro de la casa rodante en que vivía junto con Tatiana e hijos

La búsqueda de Jacob fue solicitada por su madre, Margaret Gilmore, a quien le pareció raro que su hijo no le contestara los continuos mensajes que enviaba al celular.

Para tristeza de Margaret, los agentes franquearon la puerta del hogar sobre ruedas y hallaron el cuerpo de Jacob, fallecido bajo causas y circunstancias que no fueron reveladas. La autoridad sólo informó que se trataba de un homicidio y que alguien había borrado evidencias.

Si bien los detalles de la muerte de Jacob aún no se difunden, la policía de Odessa apenas se tomó 72 horas para publicar la alerta de búsqueda para Tatiana, acusándola de cometer los delitos de homicidio en primer grado y ocultamiento de pruebas.

La policía de Texas difundió la fuga a México de Tatiana, a quien acusó de homicidio y alteración de evidencias

Pero cuando se giró dicha alerta, Tatiana ya había recorrido los 375 kilómetros que la separaban de la frontera mexicana.

En Ojinaga, Chihuahua, tierra de sus padres y abuelos, Tatiana Licon (apellido de soltera) intentaría olvidar su pasado como esposa de un presunto maltratador estadounidense.

MISTERIOSOS TIRADORES

Quizá por haber vivido en México con relativa calma durante tres meses, Tatiana pudo confiarse y suponer que su expediente de búsqueda había sido archivado por las autoridades de su país.

Sin embargo, a las 14:30 horas del 29 de julio (tarde de lluvia e inundaciones en Ojinaga), cuatro agentes policiales, dos de ellos de origen estadounidense, la sorprenderían sobre calles céntricas para dispararle dos tiros, aparentemente sin razón.

Tatiana iba en el asiento derecho del mismo auto en el que salió de Odessa, un Corolla 2016 con placas texanas LXZ-3998, el cual era conducido por su amigo David Jennings, cuando en el cruce de las avenidas 5 de Mayo y Libre Comercio les cerraron el paso dos camionetas pickup que circulaban prácticamente juntas; al frente una de color blanco, seguida de otra negra.

De acuerdo con Jennings, quien resultaría ileso de la balacera y no sería involucrado en ningún delito, en la pickup blanca viajaban dos hombres que se identificarían como “de la Fiscalía”, mientras que en la de color negro venían dos individuos “con aspecto de gringos”.

Las camionetas se les cerraron por el carril derecho de la avenida Libre Comercio, quedando el auto de la pareja atrapado junto al camellón. La frenada aturdió a los tripulantes durante unos segundos, pero cuando salían de la sorpresa Tatiana recibió dos tiros por la derecha, teniendo bajada la ventanilla del auto.

El primer disparo le hirió el hombro derecho y el segundo el brazo. Los cuatro hombres ya habían descendido de sus vehículos y rodeaban a la pareja portando revólveres, de modo que ―según afirma Jennings―, no alcanzó a ver si los tiros salieron de armas estadounidenses o mexicanas. “Todo fue tan rápido como si apenas lo pensaras”.

―Cuando apagaba el coche me di cuenta que le habían dado a Tatiana, porque gritó muy fuerte y le salpicó sangre. Recuerdo que medio abrí mi puerta y les grité que por qué le disparaban a ella si yo era el que manejaba, pero a mí ni me hicieron caso. Luego llegaron patrullas, carros del Ejército y una ambulancia en donde se la llevaron ―resume Jennings, antes de justificarse por no tomar datos de los agresores.

“La verdad me entró una crisis de nervios y no supe qué hacer, sólo me pegó la tembladera. Y conmigo ni se metieron los tipos, como si yo no existiera. Sí me fijé que las trocas no eran de la policía ni traían logos de gobierno.

“Cuando llegó la ambulancia y se llevaron a Tatiana, corrí a recuperar el coche, porque se había quedado abierto. Unos soldados con los que platiqué me dijeron que corriera a mover el coche, porque los de la Fiscalía ya se lo querían llevar.”

lalupa.mx pudo confirmar que dentro del operativo para capturar a Tatiana participaron, además de los misteriosos tiradores, agentes ministeriales de la Fiscalía de Chihuahua, así como una docena de militares, a bordo de los vehículos artillados 331333 y 331335 de la Guardia Nacional y 8013351 de la Sedena.

Este medio también averiguó que son estrechos los vínculos profesionales entre el FBI y la Fiscalía de Chihuahua, dado que a mediados de 2020 la agencia estadounidense y el gobierno estatal firmaron un Tratado Legal de Asistencia Mutua, convenio mediante el cual expertos del país del norte capacitan en táctica policial a los agentes ministeriales y cuerpos de élite de la entidad.

POTENCIAL VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS

En tanto se resuelven las interrogantes del caso, México y EU se culpan mutuamente por las heridas que recibió Tatiana durante su arresto, situación irregular que ―de acuerdo con abogados consultados por este medio― podría afectar el desarrollo del juicio contra la presunta autoviuda, ya que si se llegare a comprobar que fue herida sin justificación se le habrían violado sus derechos procesales.

Minutos después del incidente, Tatiana fue llevada por socorristas al Hospital Integral de Ojinaga. Sin embargo, la mujer no permaneció ahí por más de 40 minutos, ya que bajo la autorización de su director, el médico Ariel García, fue reenviada en ambulancia privada a un hospital de Alpine, Texas, donde la arrestaron formalmente. García, quien ya no funge como director de la clínica, no respondió a la solicitud de entrevista con este medio.

24 horas después de que Tatiana fuera baleada en México, la policía texana publicó una fotografía en la que ya aparece vestida con el traje de la cárcel del condado de Ector. Un significativo aumento de peso y un rostro abatido contrastan con las joviales fotos que solía tomarse antes de su boda con Jacob.

El juez Ronald Griffin fijó a Tatiana una severa fianza por un millón de dólares, de modo que presumiblemente se quedará en prisión preventiva hasta que concluya un juicio en el que también deberá declarar el agente especial del FBI Richard Drebenstedt, miembro del equipo de agentes que ejecutó el arresto, según se lee en un documento judicial obtenido por este medio.

“ELLA ES MALA PERSONA, PERO LA PERDONO”

Margaret Gilmore, madre del difunto Jacob, dice que le resulta inconcebible pensar en que su hijo fue asesinado por su esposa, quien “prometió amarlo y cuidarlo”.

―Jacob era muy bueno con ella y amaba a sus hijos, aunque no fueran de él. Tenía un corazón bondadoso y pensó que si le compraba suficientes regalos ella también lo amaría. Pero tal vez ella lo odiaba, porque sus hijos lo llamaban papá. Esto ha sido muy difícil para nuestra familia y sólo encuentro consuelo al pensar que estamos hechos para Dios –comenta Margaret en charla digital con este medio.

“Quiero que pase mucho tiempo en la cárcel, pero la perdono”, dijo a lalupa.mx la suegra de Tatiana, Margaret Gilmore

La madre de Jacob se disculpa por no poder revelar detalles sobre la muerte del hijo ni de sus posibles problemas de pareja, ello porque la policía de Odessa así se lo pidió en tanto no se cierre la investigación del caso y se inicie el juicio contra la inculpada.

Margaret sólo comenta lo que ella siente por su hijo fallecido y por su nuera, quien “nos traicionó y se traicionó a ella misma al cometer ese crimen.”

―Cuando veo su retrato donde está en la cárcel, veo la cara del diablo que asesinó a mi hijo. Veo su melancolía y que ya no sonríe, se ve destrozada. Debo reconocer que eso me complace, porque esa mujer es cobarde y mala persona.

―¿La reconforta saber que está presa?

―Sí, porque veo que al menos se ha empezado a hacer justicia con mi hijo y ahora sólo espero que su sentencia sea muy larga. Quiero que pase mucho tiempo en la cárcel, lo más que se pueda, porque ahí pertenece. Así Jacob tendrá voz, ya que Dios la ha entregado en manos de la justicia.

“Pero soy mujer religiosa, así que me gustaría decir que le pido a Dios que mantenga a la esposa de Jacob en oración, para que él pueda ayudarla y alcance la redención. También que sepa que no la odio y que la perdono. Ella está viviendo en la oscuridad y si no acepta al salvador morirá en pecado”, concluye Margaret, quien vive en Longview, Texas, y dice estar dedicada al hogar.

“LA GRABABA DESNUDA Y AMENAZABA CON SUBIR VIDEOS”

El obituario de Jacob ―publicado en internet por su familia―, lo describe como “buena persona, era carismático y generoso, tenía gran sentido del humor, una fuerte ética de trabajo y hacía todo lo que se proponía. Tenía inclinaciones mecánicas, podía reparar cualquier cosa. Buen hermano, hijo y amigo, tenía una risa contagiosa y siempre alentaba a los demás.”

La opinión anterior contrasta con la expresada a lalupa.mx por la chihuahuense Diana Cruz, quien sin dar muchos detalles sobre su relación con Tatiana, dice ser su amiga y saber de primera mano que el matrimonio entre Tatiana y Jacob “nunca funcionó”.

Cruz dice que los problemas de Tatiana comenzaron desde que ella vivió sus primeras semanas con Jacob; un hombre que –según asegura– “se ve simpático en foto, pero en privado era un abusador”.

Con 31 años, Tatiana pasó de dos matrimonios fallidos al posible abuso doméstico, y ahora enfrenta la cárcel, acusada de homicidio

―Por allá hay mucha gente que es racista y que abusa de una chica sólo porque ella o su familia son mexicanos. Yo creo que Tatiana es simplemente alguien que se vio obligada a escapar para salvar a sus hijos de una mala influencia.

“Yo sé que Jacob abusaba de ella, que la maltrataba, que se drogaba mucho y que era un enfermo sexual. No sé si la golpeaba (ella era bien brava y no se dejaba), pero sí que la grababa desnuda, haciendo cosas y luego la amenazaba con subir videos.

“No me consta que Tatiana haya matado a Jacob (a lo mejor hubo una pelea o entró alguien más a la casa y ella sólo huyó), pero si llegara a ser el caso, creo que vale la pena recordar que ninguna esposa mata a su pareja sin razón o motivo.

“De dinero, sé que la pasaban muy mal, hay qué ver dónde vivían, en un trailer, y eso cuenta para que un matrimonio se dé hasta con los platos.

“La gente conocía a Jacob por el trabajo y les parecía simpático. Sí, pero ¿cómo se comportaba dentro del hogar? Sólo una esposa sabe lo que pasaba adentro.”

Twitter: @amilcarsalazara

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Last modified: 28 marzo, 2022
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