REPORTAJE Y EDICIÓN FOTOGRÁFICA: AMÍLCAR SALAZAR/LALUPA.MX
Desde el 18 de febrero de este año, Leonel Alfredo Guillermoprieto Chávez no imparte su acostumbrada prédica en la sede de Policía Celestial, el templo evangélico que fundó hace 15 años en San Juan del Río, Querétaro, y que tiene sedes afiliadas en varias ciudades del país.
El pastor cristiano sorprendió a sus discípulos cuando fue arrestado en calles sanjuanenses por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) y después internado en el penal federal de Almoloya de Juárez, donde presumiblemente ahora espera a que un juez descarte o ratifique su vinculación a proceso por cargos que la autoridad aún no ha dado a conocer.
El desconcierto por la inusitada detención del dirigente religioso cundió entre su equipo de trabajo, ya que los planes corporativos de Policías Celestiales, AC, para el año 2023 parecían andar viento en popa.
Hace cinco meses, Guillermoprieto firmó un convenio de colaboración con diputados de Morena, destinado a dar “capacitación espiritual” a elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), además de que las buenas relaciones que mantenía con actores políticos del gobierno federal no parecían haberse afectado desde el inicio de la gestión.
SITUACIÓN JURÍDICA: “RESERVADA”
Al tiempo en que brotan las especulaciones, la actual situación jurídica de Guillermoprieto parece estar reservada al conocimiento público, ya que ni la parte afectada ofrece información.
Mientras que un vocero de la FGR dijo no tener “ningún dato” sobre un reo que –según verificó lalupa.mx– no figura en el Registro Nacional de Detenidos, la directiva suplente de Policía Celestial rechazó hablar del arresto de su jefe “por estrategia jurídica” y tampoco autorizó al reportero para dar cobertura periodística a una sesión reciente del grupo religioso.
Versiones extraoficiales indican que la detención del líder clerical obedece a una orden de aprehensión firmada hace 16 años, el 2 de septiembre de 2007, pero que por motivos desconocidos no habría sido efectuada, aún cuando sugería un cargo grave: “delincuencia organizada con el propósito de cometer delitos contra la salud”.
–Escuché que fue un intento de extorsión por parte de los agentes de la FGR, pero como el pastor no aceptó darles dinero, fue por eso que se lo llevaron –comentó a este medio periodístico un asistente del grupo religioso, a quien no se le pide dar su nombre para no afectarlo.
–Estoy segura de que fue una mala jugada contra el pastor, de alguna mano negra política que lo quiere perjudicar; no me pregunte de cuál partido, todos son iguales –hila su hipótesis una mujer que cada domingo acude a profesar su fe en compañía de su esposo, quien es policía de un municipio queretano.
“NOS ARMAMOS CON BIBLIAS”
Policía Celestial se distingue de otras iglesias bíblicas por ser frecuentada por elementos policiacos y militares, tanto activos como en retiro. Asimismo, por tener un lema que los aglutina en una misión tan clerical como civil: “Fuerzas armadas al servicio de Dios y de la sociedad”.
Como ocurre con la mayoría de templos del país, el número de seguidores de Policía Celestial no figura en ningún registro público. De acuerdo con su dirigente, el grupo tiene en su base de datos nacional a cerca de 17 mil 700 mil miembros.
Los policías celestiales no ingresan revólveres a los templos (“nos armamos con biblias”, suelen comentar), pero sí portan uniforme, grados y jerarquías como en las comisarías terrenales. Juntos integran lo que llaman Comisión Celestial de Seguridad, cuyas siglas destacan dentro de la estrella plateada que lucen en trajes y camisolas, que también se adornan con la bandera nacional.
EX POLICÍA FEDERAL, EX PRISIONERO EN EU
Nacido en Torreón, Coahuila, pero criado en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua; de 44 años, corpulento y con 1,95 de estatura, Leonel Guillermoprieto domina el universo policial tanto en lo administrativo como en lo táctico.
Además de saber operar armas de fuego, el líder pastoral pilotea autos de carreras, helicópteros y hasta avionetas, porque desde que era niño amó la adrenalina. A los 17 años se hizo agente de la antigua Policía Federal de Caminos, y posteriormente fue trasladado a las también extintas Policía Federal Preventiva y Policía Federal, llegando a ser comandante del Aeropuerto de Ciudad Juárez.
Antes de fundar su iglesia, el ex policía reconoce haber dejado atrás su trabajo aeroportuario para pasarse a las filas de la delincuencia organizada, traficando estupefacientes entre Centroamérica y Europa, razón por la cual un día sería extraditado de Guatemala a Estados Unidos, acusado por la Agencia Antidrogas de EU.
Los antecedentes policiales y delictivos de Guillermoprieto suelen ser narrados por él mismo y ya hasta son parte de sus sermones bíblicos.
AL MARGEN DE “LA DIVINA 4T”
Los llamados vientos de la política parecen haberse volcado en contra de Guillermoprieto, quien apenas cinco años atrás, según puede leerse en una investigación periodística de Raúl Olmos (La Divina Cuarta Transformación), formaba parte de un selecto grupo de pastores que al inicio del gobierno de López Obrador celebró que el mandatario incluyera a varios políticos evangélicos en cargos administrativos y de partido.
Dicho grupo organizó un congreso binacional México-Estados Unidos, tanto con políticos de las dos cámaras legislativas mexicanas como con pastores estadounidenses ligados a la Casa Blanca y al entonces presidente Donald Trump, buscando así influir en las políticas del gobierno de México, especialmente en temas como el aborto y el matrimonio igualitario, a los cuales se ha opuesto tradicionalmente el grupo clerical.
lalupa.mx indagó el papel que jugó Guillermoprieto dentro del citado grupo de pastores y confirmó que efectivamente él era un miembro destacado.
El 12 de octubre de 2018 –dos meses antes de la toma de protesta del presidente López Obrador–, el líder de Policía Celestial fue sentado en la primera mesa del lujoso almuerzo que dicho grupo de pastores ofreció en el Club de Banqueros de la CDMX al estadounidense Ralph Drollinger, líder del grupo evangélico global Capitol Ministres, con sede en Washington, reconocido por contar con acceso directo a la Casa Blanca para dar “asesoría espiritual” al republicano Donald Trump y a su círculo de asesores.
Visiblemente entusiasmado, portando el traje de gala de Policía Celestial, Guillermoprieto departía en aquél salón de fiestas muy cerca del anfitrión del acto, el pastor Ricardo Arizmendi, quien buscaba liderar al grupo de iglesias evangélicas que a través de partidos como Encuentro Social (PES), Verde Ecologista (PVEM) y Morena apoyaron tanto la campaña política del presidente López Obrador como la distribución de la entonces flamante Cartilla Moral del régimen obradorista.
CONVENIO CON MORENA
Las relaciones que sostenía Guillermoprieto tanto con el gobierno federal como con el partido oficial se mantuvieron estables al menos hasta noviembre de 2022, cuando Policías Celestiales, AC, firmó un convenio de colaboración con diputados de Morena, acuerdo muy difundido en medios nacionales y que fue creado para “sensibilizar y humanizar a elementos relacionados con la seguridad ciudadana para así apoyar al Gobierno de México en la pacificación del país”.
Pero la racha favorable del creador de Policía Celestial parece haber dado una voltereta el sábado 18 de febrero de 2023, cuando policías de carne y hueso lo sorprendieron cerca de su apacible casa sanjuanense y lo hicieron subir a un auto de la FGR.
“PELEONERO DESDE NIÑO”
Durante las prédicas que impartía en templos del país, Guillermoprieto solía compartir anécdotas de su niñez y juventud. En una de aquellas charlas, recordó que fue su padre –al que refiere como un funcionario del Banco de México de carácter duro y algo soberbio– quien le imbuyó un cierto gusto por la violencia, y posteriormente lo apoyó para que ingresara a la Policía Federal de Caminos, teniendo 17 años.
“De chico me la pasaba peleando, tanto que hice la primaria en seis escuelas, porque de todas me corrían. Mi papá no me decía nada, y quizá por ello crecí con la idea de que la violencia era buena. Gracias a las relaciones de mi papá, entré a la Federal de Caminos, así que joven ya vestía aquél famoso uniforme beige con verde y manejaba una patrulla negro y blanco. Me sentí orgulloso y hasta para ir al súper me ponía el uniforme. A los 19 años me hice el comandante más joven de la PFC”
EL FANTASMA DE LA DEA
En la mayoría de sus charlas, el pastor Guillermoprieto reconocía –inclusive convirtió su historia personal en parte intrínseca de su discurso eclesiástico– que durante su juventud “desfilé como prisionero en ocho prisiones de Estados Unidos, acusado por la DEA por tráfico de drogas”.
Supuestamente, el ex convicto juvenil se habría salvado de enfrentar una condena de 25 años de cárcel gracias a que estando dentro de la celda 109 de un penal texano pudo convertirse al cristianismo gracias a un grupo de reos evangélicos que resultaron sus vecinos.
Fue entonces, según asegura Guillermoprieto, que a través del aprendizaje de la Biblia logró convencer tanto al juez como al fiscal de que le diera una condena por apenas 15 meses de cárcel.
lalupa.mx buscó verificar la versión en sitios judiciales de EU y localizó un documento que confirma que Guillermoprieto efectivamente estuvo preso en el país del norte, enfrentando entre mayo de 2007 y mayo de 2010 un juicio ante la Corte del Distrito Sur de California, donde fue acusado de “conspiración para importar metanfetaminas y decomiso criminal”.
El documento no divulga si el juez dictó o no una sentencia, y solamente refiere la base disponible al público sobre la acusación, donde el ahora líder pastoral compartió celda y responsabilidad penal con nueve presuntos cómplices.
CORRIDO CELESTIAL
Como parte de su discurso promocional, las redes sociales de Policía Celestial difunden un corrido que resume mediante frases cortas y musicalizadas lo que habría sido la trayectoria policiaca, delictiva y pastoral de Leonel Guillermoprieto:
“Nacido en Torreón, Coahuila, le apodaban El Chihuahua. Fue Policía Federal, poco a poco escalaba. Luego se hizo comandante, por eso lo respetaban. Leonel es su primer nombre, Guillermoprieto su apellido.
“Un día llegaron dos hombres y le dijeron muy tranquilos: déjanos pasar la droga y cambiará tu destino. ¿Quieres agarrar la feria o quieres los balazos? Sólo está que te decidas y al momento lo arreglamos. Estaba en riesgo su vida, no fue fácil aceptarlos.
“Viajando por todo el mundo, porque plata le sobraba. Europa, Francia y España, seguido los visitaba. Carros negros y mujeres, su vacío no llenaba.
“Andaba con sus amigos en el país de Guatemala, y cuando llegó al aeropuerto, Leonel no se percataba: la DEA lo andaba buscando y hasta a Houston lo llevaron.
“En la celda 109 de la prisión de Houston, Texas, fue testigo de lo que pasó tras sus rejas: entregó a Cristo su vida y todas sus tristezas. 30 días sólo pasaron, Dios lo llamó a predicar. Lo que Cristo hizo en su vida, a las almas rescatar.
“Por eso es que ahora le dicen Policía Celestial. 25 años le daban, hasta cadena perpetua. Pero traía un abogado, que cambió su sentencia. Su nombre es Jesucristo, abogado de excelencia.”
AQUÍ PUEDES LEER TODAS LAS ENTREGAS DE “FILO ROJO”, LA SECCIÓN DE REPORTAJES EXCLUSIVOS DE AMÍLCAR SALAZAR PARA LALUPA.MX
https://lalupa.mx/category/las-plumas-de-la-lupa/amilcar-salazar-filo-rojo/
Yo pienso que si antes fue malo ahora es bueno, y eso es lo que importa.