Nuestro planeta experimenta un deterioro en todo su sistema provocado por las acciones del hombre. Se trata de una terrible carrera contra el tiempo que bien a bien la población del mundo no conoce profusamente, no está bien organizada ni tampoco ha incidido favorablemente con acciones de cambio para revertir lo que acontece ante fenómenos que vivimos de altísimas temperaturas, de extinción de especies, de sequía extrema, de derretimiento de los glaciares, por citar sólo unos cuantos casos que ya son una realidad.
Y me pregunto qué nos toca hacer a los abogados, pues México cuenta con un amplio, enredado, en ocasiones hasta sobrepasado régimen jurídico en la materia ambiental y pareciera que de nada sirve por mucho que nuestra Carta Magna consagra el derecho humano a gozar de un ambiente sano; ahora se habla de desarrollo sostenible, de empresas socialmente responsables, de respeto irrestricto a los derechos humanos, de políticas públicas medioambientalistas, de economía circular, de nuevas iniciativas de leyes en éstos y otros temas similares; pero no se muestran datos alentadores de estar revirtiendo esta situación tan urgente y amenazante para la humanidad entera.
Los abogados especialistas en la materia juegan un rol serio, importante y como nunca antes explorado, de una responsabilidad enorme y urgente ante el mundo, su trabajo especializado para la defensa de los principios básicos en pro del ambiente, de mejores prácticas comerciales, industriales, y de consumo por ejemplo, deben ser nuevamente exploradas desde su labor científica social para dotar de mejores leyes que permitan a los Estados una observancia y aplicación eficiente ante las instancias de justicia ambiental.
El actual escenario de nuestro planeta Tierra obliga a los abogados a redoblar esfuerzos desde la trinchera del trabajo legal, hay que redignificar nuestro saber para dejar una huella de cambios benéficos para la vida de los hombres, animales y naturaleza, ya no hay tiempo de pensar con lentitud sino de actuar, asumamos cada uno nuestro rol responsable en la labor jurídica que nos toca desempeñar con suma urgencia.
Juana del Carmen Ramos Juárez es profesora de Departamento de Derecho, de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno. Tecnológico de Monterrey campus Querétaro
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